Metallica y Megadeth, la historia de una rivalidad.

20

Perros y ferias

Se me olvidó que esta basura existía, una disculpa JAJSAJSJA

(...)

A eso de las cinco de la tarde, James y Cliff regresaban de su ardua búsqueda por el Caguama, el cual andaba como si nada después de correr como desquiciado por las calles re peligrosas del barrio de los Metalka. Jeyms había quedado de pasar por Jason a las seis de la tarde así que tenían tiempo.

—Y ¿Sí te lo vas a quedar? —preguntó el James viendo feo al caguama. Andaba re cansado luego de recorrer casi toda la ciudad a píe nada más porque el perro se echó a correr como si nunca hubiera visto la calle.

—Simón, ya hasta le puse nombre. —dijo Cliff, deteniéndose un momento para acomodar a Caguama en sus brazos.

—¿Ah sí? ¿Cómo se llama?

—Se llama Porro Caguama Robertito Guadalupo Pancracio Decimo Tercero de Burton. —dijo Cliff así bien feliz de la vida. Quien sabe como se iba a memorizar todos esos nombres pendejos que le había puesto al pobre perro.

—No mames Cliff, ¿cómo vergas le digo o qué pedo? —James se le quedó viendo así como puñetas.

—Pues dile Caguama o yo que sé, me vale verga. —dijo Cliff, haciendo que el James se quedara con la bocota abierta de la impresión, ¿desde cuando el bajista era tan grosero? No se sabe, pero también nos vale verga, es Cliff, y Cliff puede hacer lo que se le dé la gana.

—Ta weno, pero te recuerdo que me mordió WeeEeEeyYy. —el James todavía seguía dolido luego de que el Caguama le mordiera la mano así bien culero.

—Me importa un chorizo, James, fue tu culpa por puñetas —al James se le salió una lagrima tras las palabras tan crueles del Cliff tortillas, era bien culero el wey—. Ah te creas, no eres puñetas, pero sí me vale verga que te haya mordido.

—Ah bueno, con que retires el puñetas está bien.

Ambos se perdonaron por que son re amigos. Volvieron a la metallicasa porque el James dijo que se tenía que bañar antes de irse a la feria con el Jason, ¿por qué? buena pregunta, la respuesta es: no se había bañado hacía al rededor de tres semanas. Que perro asco, la verdad.

Cuando llegaron a su casita todos los baños andaban re ocupados, sumándole a eso que Cliff tuvo que limpiar la kk del Caguama porque el perro llegó a cagarse por todos lados en la casa. James andaba valiendo verga, no iba a llegar a tiempo a su cita con el Jason nada más por que estaba bien mugroso.

En su momento de frustración en el que casi se acaba todo el juguito de manzana que había en el refri, Cliff llegó corriendo así bien desesperado.

—JAMEEEESS —Cheims volteó así bien paniqueado para ver qué chingados le ocurría a su amigo del alma—, ya no hay papel.

—Ah no mames, ¿nada más eso? —James llevó sus manos a su pecho luego de tremendo susto que le pegó Cliff, o sea, re exagerado el Tortillas.

—Pues sí wey, no mames. —dijo Cliff, viendo como el Caguama mordía uno de los calzones de Lars, que quien sabe de dónde sacó, pero bueee.

De pronto, los dos pendejos pudieron escuchar los cantos majestuosos —nótese el sarcasmo— provenientes del piso de arriba; los amigos se miraron así como de "WTF". Pues resulta que era Lars, que se andaba cantando la de Lamento Boliviano a todo volumen, como si cantara bien chido.

—¿Qué pedo? —James volteó a ver al Caguama, que ahora andaba tirado boca abajo en el piso porque el calzón que se comió le había hecho daño—. ¿Eso es normal?