Capítulo veinticuatro

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La batalla entre Ema y Defteros se había intensificado, un duelo de ataques y palabras; Ema por defender la reputación de Kokalo y Defteros por intentar encontrar su destino a causa de las dudas que tiene hacia su hermano Aspros.

Dégel quien se había mantenido al margen estaba a la expectativa de la situación de Defteros. Otro ataque por parte de Kokalo hizo que Defteros cayera inconsciente a causa de no poser armadura que lo proteja. Dégel se dió cuenta de que ese calor cada vez era más alto, corrió para ayudar a Defteros.

Kokalo por su parte aumentaba la temperatura aún más, deshizo a los berserkers y atacaba a su mismo hermano Ema.

Nuevamente Dégel tomó a Defteros en sus brazos reconociendo la capacidad que este poseía aún sin armadura.

- Si tan solo en el santuario se dieran cuenta de lo que está sucediendo... - No, no estamos fuera del santuario. Todo esto sigue sucede dentro del santuario, a pesar de los poderosos cosmos que emana estos sujetos. Porque el santuario no se ha dado cuenta de esta inmensa batalla... Porque los berserkers que intentan huir del calor inminente de Kokalo no pueden salir de la arena... - Dégel seguía pensando aún con Defteros en brazos - Está arena está...




Muy lejos en un barco a la par de esta situación, efectivamente... Aspros era quien estaba controlando la arena desde otra dimensión.

- Te diste cuenta demasiado tarde Dégel. Desde hace unos momentos, la arena de combate fue confinada en el umbral de la dimensión. Nadie es capaz de entrar y salir de esa arena, sin duda son como polluelos bajo mis deseos y me han permitido hacer una prueba. En mi aprendizaje del puño maligno le lancé el golpe del satán imperial a Kokalo. No sabía si funcionaba en fantasmas.

Justo en esos momentos, la armadura de geminis que Aspros poseía a su lado comenzó a derramar lágrimas.

- ¿Estás llorando géminis? ¿Lo haces por mi hermano Defteros? Pero... ¡Ya no puedo detenerme! El ideal de mi hermano y la posición de patriarca...


La armadura de Dégel comenzo a resonar - La armadura de Acuario está resonando con otra armadura dorada - Se dijo Dégel mirando la luz que emanaba de la suya.

De inmediato apareció géminis frente a el - Géminis, eras tú quien resonaba con mi armadura, cruzaste el espacio tiempo siguiendo mi armadura. ¿Acaso viniste para proteger a Defteros?

De inmediato la armadura viste y protege el cuerpo de Defteros ante la vista inédita de Dégel.

- Defteros, en verdad... ¿Estarás calificado para ser el caballero de geminis?

Defteros mira a la armadura en su cuerpo y nuevamente va detrás de Kokalo para hacerle frente. Nuevamente otra batalla entre los dos, Kokalo bajo el influjo del satán imperial por Aspros y Defteros encontrando su destino a todas las dudas de su existencia.

- Defteros... Destruiste el arma de Kokalo - Susurró Dégel mirando la batalla.

Aspros quien miraba desde la palma de su mano la situación, ordena a Kokalo que termine con todos ellos y también que recupere la armadura.

Entre esa batalla Kokalo libera todas las almas de los berserkers donde Dégel reconoce que gran guerrero es, aunque también es un acto suicida por parte de Kokalo.

Ema, quien miraba a su hermano sabía que ese no era ya su hermano, había perdido el control de su mente. Kokalo estaba listo para cortarle su cabeza pero Defteros intervino mencionando que Kokalo estaba siendo manipulado por aquel que planeó todo el combate.

- Mientras alguien no muera frente a sus ojos, no despertará.

- En ese caso - Ema corre para sacrificarse ante su hermano, cortando su propia cabeza frente a Kokalo ante la negativa de Defteros.

De inmediato los ojos de Kokalo volvieron a la normalidad, miró a Defteros - Fue... Fue tu hermano mayor. El disolvió el sello de nosotros los berserkers y además el me hizo pelear con mi hermano menor en esta prisión para seguir con el infierno - Su mirada había cambiado sintiendo culpa.

Unas últimas palabras fueron para que Kokalo desapareciera dejando a Defteros con la incertidumbre de su hermano.

- Aspros... Si es que en tu corazón hay obscuridad... Entonces eres tú quien necesita luz.



Momentos después...

En el barco, Aspros se lamentaba que las cosas no salieron como esperaba - Parece que el control no fue suficiente, como esperaba, debo acompletar mi aprendizaje del golpe satánico.

En ese momento una inmensa luz se hizo presente en el barco... Había llegado de nuevo Géminis, pero está ocasión acompañando de Dégel.

- Hey Dégel, porque tan pensativo... ¿Hay algún asunto urgente? - Le sonrió con arrogancia.

- De parte de tu hermano menor me ha confiado el devolverte la armadura de geminis. Ahora se encuentra muy agotado por tener que combatir y deshacer una barrera de energía. Es por eso que yo seguí la resonancia con Acuario - Respondió Dégel con naturalidad.

- ¡Oh! ¿Acaso conociste a Defteros? Es tranquilo pero es un buen sujeto ¿Cierto? - Le preguntó Aspros sin darle demasiada importancia.

- Si, respondió con desgano - Aunque se parece a ti físicamente, realmente son muy diferentes. Parece que seremos muy buenos amigos... Te daré los detalles terminando tu misión. A tu regreso, se llevará a cabo la elección para el próximo patriarca... Pediré para que tengas resultados favorables - Realmente las palabras de Dégel llevaban sarcasmo.

- Naturalmente - Fueron las últimas palabras de Aspros.




Dégel nuevamente regresó a lado de Defteros quien miraba al suelo los craneos de Kokalo y de Ema.

- He devuelto la armadura. ¿De verdad estás de acuerdo con eso? - Cuestionó Dégel acercándose.

- La armadura es de mi hermano, fue por eso que se esforzó tanto mientras yo lo veía.

- ¿Pero la armadura te escogió a ti? - Reprochó Dégel.

- Esperaré a que regrese mi hermano... Yo mismo debo asegurarme y en ese momento finalmente... Encontraré mi destino.

Destino...

Dégel de inmediato recordó a Camus, quien se había ido a Jamir, esperaba que todo estuviera bien con el.

Miró al cielo nocturno observando las estrellas, el tiempo cada vez pasaba y necesitaba apresurarse a su misión con él.
Esperaba dar el informe de lo sucedido en la arena al patriarca y retomar de nuevo su misión con Camus antes de la llegada de la guerra santa.

- Dégel - Defteros lo sacó de sus pensamientos. 

- Que sucede.

- Gracias... Realmente gracias a ti pude ver parte de la verdad, lo demás - Se dió la vuelta dejándolo solo - Será mi destino.

Dégel lo observo irse, no podía quedarse ahí también, necesitaba darle los detalles al patriarca de lo sucedido.

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Más Allá De La LealtadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora