Sakusa Kiyoomi es un miembro activo de los Black Jackals desde hacia dos años. Sus logros durante la preparatoria y su constante esfuerzo y dedicación al deporte lo hicieron prosperar a una de las mejores ligas de voleibol en Osaka.
Eso si, no había sido cosa sencilla. Había desistido a la idea de asistir a la universidad, una decisión de la cual sus padres no estaban de acuerdo, pero no pudieron hacerle cambiar de opinión.
Su primer año después de la graduación lo dedicó a seguir entrenando por las tardes y noches en busca de mejorar su condición y sus habilidades, mientras que por las mañanas trabajaba en un almacén de una cadena comercial.
Nunca pensó en darse por vencido, para él no era una opción. Nunca cedió ante los discursos de sus padres de irse a lo seguro o sus constantes miradas de decepción en sus rostros. Ellos no lo entendían.
No entendían que jugar era lo único que le satisfacía en su totalidad. Ahí, en la cancha, no importaba su misofobia, su poca habilidad social o cualquier otro de sus defectos. Dentro de esa cancha se sentía libre, conectado con sus compañeros y consigo mismo. Era un sentimiento que no se le podía comparar a ningún otro.
Y por eso, cuando recibió su uniforme de los Black Jackals, no pudo evitar llorar en la soledad de su habitación. Su sudor, sangre y lágrimas habían valido la pena. El desprecio de sus padres había valido la pena. Todo había valido la pena.
Y aunque no era bueno demostrándolo, se sentía feliz de pertenecer a ese equipo. Sus compañeros eran considerados con su espacio personal y sus manías originadas por la misofobia. Congeniaba bien con todos ellos, incluso con Bokuto, quien poco entendía del espacio personal, pero que respetaba el suyo... casi siempre.
No podía quejarse mucho de su vida. Finalmente se había mudado de casa de sus padres y vivía en un apartamento compartido con su primo Komori. Su carrera deportiva también había prosperado durante esos dos años y había conseguido grandes avances con respecto a su misofobia a través de la terapia.
Todo estaba bien. Consideraba que su vida era tranquila, rutinaria y pacífica. O eso era hasta la llegada de Miya Atsumu ocho meses atrás.
Rubio teñido, altura normal, musculoso, egocéntrico, sonrisa de mierda, coqueto por naturaleza, fastidioso con honores, voz chillona irritante, habilidad para el voleibol impresionante, invasor de espacio personal, desordenado, horrible persona... ¿le faltaba algo más?
Ah, si. Un maldito irresponsable con falta de compromiso para el equipo.
Que si, que es un buen jugador y sabe como mantener a su favor el ritmo de un juego, pero le irrita por sobremanera que Miya siempre evite encontrarse con el equipo fuera del entrenamiento y los partidos. ¡Incluso evita las celebraciones después de ganar!
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El amor de mi vida - Sakuatsu
FanfictionSakusa Kiyoomi tiene una problemática relación con su colocador Miya Atsumu. Pero en contra de lo que todo el mundo piensa, Sakusa no odia a Miya. En realidad siente una profunda curiosidad por las razones que lo llevan a actuar como lo hace, y cua...