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Meian ni siquiera se lo había pedido

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Meian ni siquiera se lo había pedido. Él se había ofrecido, pero eso no era necesario que Miya lo supiera. ¿Por qué lo había hecho? Bueno, si alguien lo sabe, favor de comunicarse con el centro de atención al cliente porque él también quiere saber.

Desde que había descubierto que Miya era padre, su curiosidad hacia el colocador había aumentado. Tenía muchas preguntas, pero prefería guardárselas para él mismo. Y aún así, la tentación de conocer la parte de Miya como padre le había llevado a ofrecerse a llevarlo por Haruno y a casa. Y parece que no tuvo suficiente, porque aunque debió partir después de dejarlos en casa, se ofreció de nuevo, esta vez para ayudar en su casa.

Miya no opuso mucha resistencia, aunque supuso que no lo hizo porque ya no tenía ni una gota de energía. Lo había dejado en cama donde inmediatamente se durmió y salió hacia la cocina.

Fue en ese instante que por primera vez se cuestionó que estaba haciendo. Y lamentablemente, aunque quisiera huir, ya no podía. No después de haber hecho que Miya se durmiera y dejara a su hijo a su cuidado.

Sin más opciones, se adentra a la cocina y supone que Miya ya había dejado un par de cosas listas para cuando llegara y tuviera que hacer la comida. Repasa eso y las cosas dentro de su refrigerador hasta que encuentra algo que él puede hacer.

Lava sus manos y pasa a lavar todo lo que va a necesitar. Esta cortando algo de verdura cuando Haruno finalmente hace acto de presencia. Lleva otra ropa mal acomodada, seguramente porque se la ha puesto solo, y termina inclinándose para acomodarle la playera. Haruno se deja hacer y le sonríe cuando termina. 

- Yoomi, ¿dónde está papi?

- Esta durmiendo - responde con el tono menos hosco que puede. Haruno asiente y lo observa con curiosidad por unos segundos.

- ¿Puedo ver la tele? - pregunta mientras balancea el peluche de zorro que lleva en una de sus manos.

- Supongo. Sólo que no sea muy ruidosa.

- ¡Okay!

Lo escucha correr hasta la sala y se asoma justo para verlo encender el televisor y poner una caricatura. Regresa a la cocina y continua con sus labores yendo de tanto en tanto a verificar que Haruno siga frente al televisor.

La comida esta ya en la estufa cuando recibe una llamada de su primo.

- ¿Qué?

- Grosero - le recrimina -. ¿Dónde estás?

- Que te importa.

- Me importa porque no es usual en ti estar fuera del apartamento a esta hora. Lo normal es que llegues después del entrenamiento y hagas tus cosas locas de limpieza.

- Estoy en otro lado.

- ¿En dónde?

- Con un compañero del equipo.

El amor de mi vida - SakuatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora