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Nota: Al parecer se publicó a medias, así que lo quité y lo volví a subir. Una disculpa 😖

Mil disculpas por desaparecer por... no tengo ni idea de por cuánto tiempo, pero sé que fue demasiado. 

Espero este capítulo compense mi desaparición. ¡Disfrútenlo! 

Sakusa nunca entendió lo realmente pesada que es la rutina de Atsumu hasta que comenzó a vivirla él mismo

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Sakusa nunca entendió lo realmente pesada que es la rutina de Atsumu hasta que comenzó a vivirla él mismo. 

Todo comenzó un miércoles después de que la noche anterior tuvieran un juego amistoso con los EJP Raijin. La verdad fue un juego interesante, pero los bloqueos de Suna y las recepciones de Komori les hizo la vida imposible a todo el equipo. 

El partido se alargó hasta el quinto set, el cual se fue a deuce hasta los 21-23, terminando con los Raijin victoriosos. Y Sakusa estaba exhausto. Jugó en todos los sets y aunque descansó un poco a la mitad, sus músculos terminaron entumecidos gran parte de la noche. 

Y ni hablar de Atsumu. El teñido no tocó la banca en ningún momento y estuvo corriendo cual estúpido detrás del balón para colocarlo perfectamente en cada ocasión. Si él estaba adolorido, no quería ni pensar en cómo se sentía Atsumu. 

La práctica del día siguiente, aunque se planteó el cancelarla, terminó siendo solo acortada para que todos tuvieran más horas de sueño y pudieran descansar. Si usualmente comienza a las 9, ese día comenzaría a las 11. 

Y Sakusa, por simple practicidad y solo eso, decidió pasar la noche en casa de Atsumu. Si bien ya era más usual su estadía en las noches, éstas siempre eran durante fines de semana, nunca entre semana. 

Sakusa, Atsumu y Haruno llegaron al apartamento después del juego y, mientras Atsumu ponía a dormir a Haruno, Sakusa tomó una ducha rápida con los productos que guardaba en su auto para esas noches en las que no dormía en su apartamento. Atsumu le siguió en la ducha y terminaron cenando algo sencillo antes de ir directo a la cama. 

Todo bien hasta ahí. 

Sin embargo, Sakusa planeó dormir hasta tarde por lo mismo de que estaba completamente agotado. Sentía que podía dormir hasta las tres de la tarde del día siguiente si no tuviera entrenamiento. 

Y su mente fatigada creyó que Atsumu haría lo mismo. Error. 

A eso de las 7 de la mañana, porque Sakusa alcanzó a ver el reloj que tiene Atsumu en su mesita junto a la cama, sonó una alarma que perturbó su sueño y gruñó fastidiado por ello. 

¿Por qué mierda hay una alarma a tal hora cuando pueden pasar gran parte de la mañana dormidos? 

- Lo siento, Omi. Vuelve a dormir - escuchó a Atsumu murmurar a su costado en tanto soltaba una pequeña risa. 

Tarareó un intento de respuesta e inevitablemente le hizo caso. Eso hasta que se giró con la intención de acercarse a Atsumu y se encontró con su lado de la cama vacío. 

El amor de mi vida - SakuatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora