Los Gemelos Madrigal

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T/n T/a

Habían pasado dos meses, estos fueron cansadores porque me ofrecí a ayudar con la boda de dolores y Mariano, me la pasé todo el día con ellos...y la verdad es que eran personas muy amigables, en especial Camilo, pero yo ya lo sabía...de hecho, hasta nos hicimos mejores amigos.

––– ¡Levántense! ––– ordenó mamá pasando por fuera de nuestras habitación dando aplausos ––– ¡Hoy es la boda!

Claro, ya estaba vestida hace un buen rato porque tenía que ir y ayudar para después llegar a mi casa, colocarme el vestido que iba a ocupar y luego volver allá.

Revisé mi vestido que estuviera bien y lo deje guardado, me arreglé un poco y baje junto con Cintia dónde nos saludamos y comenzamos a platicar.

––– ¿Cereal o tostadas, niñas? ––– pregunto Alejandro mientras ambas nos sentabamos.

––– Cereal..––– respondí para seguir hablando con Cintia.

––– ¡Buenos días, familia! ––– saludó Danilo alzando sus brazos con alegría.

Me dió un abrazo el cual acepte, revolvió el cabello de Cintia y se sentó al frente de ambas para conversar con nosotras, después llegó Raúl saludando, luego Álvaro y por último llegó Josefina restregando su ojo con su peluche todo sucio en la mano, no deja que nadie lo toque.

––– ¿Cuando vas a lavar esa cosa? ––– le preguntó Raúl con asco.

––– cuando me muera. ––– respondió Josefina tomando asiento frente a el.

Estábamos yo, Cintia y Josefina, al frente mío estaba Danilo, Álvaro frente a Cintia y Raúl frente a Josefina, en la punta de la mesa en la cual estoy yo se sienta mamá que queda a mi lado y al de Danilo y en la otra Alejandro dónde se sienta junto a Raúl y Josefina.

––– ¿Que hora es? ––– pregunté a todos mientras comía cereal.

––– son las...siete con treinta. ––– respondió Álvaro viendo la hora.

––– ¡Voy tarde! ¡Luego vengo a cambiarme, mamá si puedes me llevas mi vestido y lo dejas en la habitación de Carlos y ahí me cambio! ––– ordene mientras tomaba mis cosas.

––– descuida, yo te lo dejo....para quitarle un peso a tu mamá. ––– avisó Cintia con una amable sonrisa.

––– ¡Gracias! ¡Los veo en la boda! ––– avisé lanzando un beso con la mano para salir.

Al salir me topé con Daniela y Claudia las cuales también iban a ayudar con su familia, una vez que llegué me fui a la cocina porque prometí ayudar a Julieta con la decoración del pastel y demás comida.

––– ¡Llegué! ––– avisé entrando a la cocina después de saludar.

––– permiso. ––– ordenó un señor pasando con sillas por mi lado.

Me corrí y me puse junto a Julieta.

––– Oh, llegaste, perfecto...tu te encargas del glaseado y yo de canapés. ––– ordenó señalando los glaseados.