Los Gemelos Madrigal

8

T/n T/a

Me desperté porque algo estaba iluminado mi cara, así que cerré la cortina y abrí lentamente mis ojos, los restregué y bostece.

Me quedé mirando el techo, hoy era el velorio de papá...de solo recordar eso mis ojos se llenaban de lágrimas, sin darme cuenta las lágrimas caían a los lados de mis ojos llegando a mis orejas y luego a mi cabello, recordar eso dolía...se iba a sentir raro no estar con el, iba a doler.

Alguien tocó mi puerta, suspiré y respondí.

––– pase. ––– ordené sin ánimos.

Danilo entró lentamente y se sentó a mi lado, me senté en la cama y lo miré.

––– lo extraño mucho...––– avisé.

Rápidamente comencé a llorar, el abrió sus brazos y con rapidez lo abracé.

––– lo sé...yo igual...––– aviso mientras sus lágrimas eran las controladas ––– pero...hay que dejar que las cosas pasen, ahora se siente mejor...ya no le dolerá el cuerpo ni se sentirá mal.

Yo asentí mientras lo abrazaba, cuando tuvimos que levantarnos lo hicimos...aún que papá no hablara taaanto se sentía un silencio, un vacío sin el, se sentía raro.

...

Ver cómo arreglaban todo para el velorio, me partía el alma...ver el ataúd con papá adentro dejándolo ver...era tan doloroso.

Muchas personas dieron discursos, estaba casi toda la gente del pueblo...toda diría yo. Me sentí en un momento feliz cuando Danilo dijo: ayer Isabela y yo...nos besamos y...quería que fueras la primera en saber que somos novios. Eso me lleno de alegría por el, y ahí estaban los dos, tomados de la mano mientras que Isabela consolaba a Danilo, Raúl...bueno, el y yo nos teníamos mutuamente, el aún no tenía una novia...ni conocía a una chica, digo...conoce pero no en sentido amoroso, solo tiene amigas...o es lo que se.

––– ¿Crees que el fue alguien malo para merecer esto? ––– preguntó Raúl mientras el abrazaba mi cintura y yo a él.

––– No...el fue una persona muy buena, te lo aseguro. ––– respondí mientras secaba mis lágrimas.

Solo quería terminar con esta tortura y que se lo llevarán bajo tierra, era demasiado doloroso...los velorios son dolorosos y te hacen las daño recordándote la muerte de tu ser querido, pero eran cosas cotidianas que debían hacerse...¿Cuál es la obligación? No lo sé, pero era como una.

La noche paso entre gente llorando, platicando y comiendo, no necesariamente debían venir a solo hablar de el.

––– T/n...no me imagino como te sientes, te doy mis condolencias. ––– aviso Daniela con tristeza.

Solo le sonreí levemente.

Muchas me dieron abrazos, comentarios con "apoyo" y otras intentaron que riera, a veces llorando lograban...llorar no servía de nada la verdad, no iba a revivir por eso, tal vez sonó insesible pero es verdad, ¿No? Es como cuando las mamás te dicen "si sigues llorando no vas a solucionar nada" y es verdad...pero la diferencia está aquí en que si lloro ahora me voy a desahogar, y logro sentirme mejor, más aliviada después de dejar salir todo.