Los Gemelos Madrigal

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T/n T/a

Me desperté con un terrible y asqueroso dolor de cabeza, mire a todos lados y me quejé, tome mi cabeza con ambas manos...¡Cómo duele! ¡Es demasiado! Y siento demasiada pereza. Me senté en la cama...y por alguna razón no tenía mi pijama, si no la ropa con la que salí ayer, debo haber llegado y me lance así nada más.

Me levanté con mucho dolor y abrí las cortinas, mala idea, eso hizo que mis ojos comenzarán a arder por el gran solo que había, coloqué mi mano y Vi la ventana abierta de puerta en puerta, ¿Que? Pero...no importa supongo, tal vez no tenía llave y entre por aquí, por suerte mi casa no es segundo piso porque de seguro se me hizo fácil subir.

Fui a mi baño y entre, tenía unas ojeras, y me veía mal, me lave la cara y dientes...lo mejor sería bañarme. Así que eso hice, eso me despertó mucho más, no me sentía con energía al cien por ciento pero era algo, volví a lavar mis dientes y con maquillaje cubrí mis ojeras.

Bajé las escaleras, nadie lo notó, solo dije que me dolía la cabeza y me dieron algo para el dolor...pero nadie sospecho nada, por suerte, y eso fue un alivio. Aún que no recordaba la mayoría de lo que había ocurrido anoche...solo recuerdo hasta donde Hugo me dió el brownie.

Cuando salí pude ver a Claudia.

Cuando comenzamos a platicar se sentía un poco mejor que yo, y luego me contó que aquel brownie no era normal...era...¡Era droga!

––– ¡¿Droga?! ––– pregunté sorprendida.

––– ¡Baja la voz! ––– ordenó Claudia ––– sí, por desgracia...Hugo te drogo, y quizás a cuántos más...ahora entiendo porque Carlos te dijo que no lo comieras...––– explico con angustia.

––– ¿Y como llegué a mi casa entonces? ––– pregunté confundida.

––– yo cuando me estaba yendo con ayuda de Luis ví a Carlos hablar contigo, que estabas tirada...y te tomo como un saco y te llevo a tu casa, camino a la mía el subió por tu ventana. ––– respondió con rapidez.

––– por eso estaba abierta en la mañana...––– susurré para mí ––– supongo que debería...––– suspiré molesta.

Ni de juego haría eso.

––– agradecerle, Sí, eso deberías hacer...––– finalizó Claudia con emoción.

––– deja de emocionarte, ya te dije que entre el y yo no va a pasar nada. ––– ordene con cierta molestia.

––– mientras más lo niegues, más probabilidades de que pase hay. ––– aviso con una sonrisa.

––– olvídate de eso, o mejor dicho de el. ––– ordene cruzandome de brazos.

––– ¡Ya! Tranquila, no seas mal educada y agradecele...no cualquiera lleva a una chica drogada que ni se puede mentener en pie a su casa cuando supuestamente "la odia" ––– ordenó ––– además...fue respetuoso, porque si el hubiera querido o hubiera sido otro podría haberse aprovechado de ti.

Solo la mire con duda, tenía razón...si el hubiera querido podría haberlo hecho, y me llevo a mi casa...mientras que probablemente lo insultaba, podría hasta haberlo golpeado tal vez...y es probable.