Los Gemelos Madrigal

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T/n T/a
Un año después

Había pasado un año y habíamos podido solucionar el tema de Camilo, por suerte.

Aún que si teníamos unos problemas con Carlos, últimamente ambos estábamos muy hormonales...y sinceramente en dónde pudiéramos nos besábamos y toqueteabamos.

Cómo ahora, estábamos en el cumpleaños de Alma...en una fiesta gigante en la casa Madrigal, y nos dijo muy claro que no nos besaramos tanto.

Obviamente ninguno escucho eso.

Estábamos bailando de lo mejor cuando no me di cuenta en qué momento Carlos me besó, obviamente se lo seguí.

Lentamente me tomó con ambas manos la cintura, yo tomé su cuello y pase mis dedos por su cabello.

Ambos nos movimos de un lado a otro para besarnos mejor mientras dábamos pequeños pasos hasta chocar con una pared en la cual Carlos me acorraló.

Bajó sus manos a mi cadera y me pegó a el aún más mientras aún me tenía acorralada, y ninguno se alejaba del otro.

Ambos nos separamos por la falta de aire y rozamos nuestros labios.

--- vamos arriba. --- ordenó Carlos con su respiración agitada.

--- ¡No! Ustedes dos no van a ningún lado. --- se negó Alma llegando a nuestro lado --- lejos, ya les dije. --- nos recordó separando nos a ambos.

Nos dió una mirada y se fué, Carlos y yo nos miramos...solo me encogí de hombros.

--- pero...tengo ganas, muchas ganas. --- me recordó Carlos acercándose a mi lentamente.

Sonreí rápidamente mientras me acercaba a el.

--- haré como que voy al baño, tu ve a tu habitación... iré. --- le susurré con una sonrisa.

El asintió, subí y el atrás de mí...asegurándonos que nadie nos seguía ambos entramos con rapidez, apenas cerramos la puerta Carlos y yo nos volvimos a besar con rapidez. El no tardó en comenzar a quitar su ruana, una vez que lo hizo abrí su camisa lentamente mientras el me quitaba mi blusa...

...

--- ¡T/n, Carlos! --- llamó Camilo.

El nos buscaba a pedido de Alma, mientras que los dos estábamos en la habitación de Carlos abrazados.

--- llevan buscandonos como media hora. --- reí rápidamente.

Así nos quedamos un rato hablando, lentamente escuchamos como la gente comenzaba a irse hasta que solo quedó la familia Madrigal.

...

Tiempo después

Este tiempo no dejaba de vomitar, tener dolor de cabeza, mareos y me daba asco la comida. Todos estaban dudando y suponiendo que yo estaba embarazada, pero no, obviamente que no, no podía, solo tengo diecisiete años...y mi mamá me mataría si yo estuviera embarazada.

Y aquí estaba, con Claudia y Daniela en la fuente.

--- deberías hacerte una prueba de embarazo. --- sugirió Claudia mientras miraba sus uñas.