Quizás el próximo verano /Luberto

11. Perdido entre tus brazos

Con cuidado comenzaba a abrir aquella hoja de papel que Alberto le habia dado en la mañana. Caminó hasta tomar asiento entre las rocas acompañado con el sonido de las olas el cual brindaba un ambiente ameno para la lectura.

No sé cómo comenzar, a decir verdad esta no es la primera carta que te escribo pero es la primera que te entrego ,aunque ten por seguro que te daré las demás, lo cual es gracioso ya que las escribí prensando que nunca las leerías. Nunca creí que tendría el valor de entregarte alguna.

En cada una de ellas esta escrito que cada día te quería un poco más y lo afortunado que me sentía de tenerte en mi vida, a pesar de que nos encontrábamos lejos. En fin todo eso lo averiguaras al leerlas.

Me gustaría decir que el mejor día de mi vida fue ese en donde me dijiste que me querías de la misma forma en la yo lo hago. Pero para mi siempre será el día que nos conocimos. El día que te conocí fue el mas feliz de todos, cuando escuché tu voz, cuando te vi y me viste.

Y no es que le quiera restar valor a aquel día pues es precioso escuchar a alguien decirte que te quiere, que eres importante para esa persona , además de que no solamente se quedan en palabras sino que te lo demuestra.

Desde que te conocí me la he pasado soñando con tu sonrisa, tu mirada , con las pequitas de tus mejillas.

Llegaste en el momento perfecto, sin pedírtelo me ayudaste. En ese instante te metiste en mi corazón y mente . Esos lugares que por mucho tiempo estuvieron ocultos ,pues por mucho tiempo creí que "un nosotros" seria imposible.

Increíblemente lo que alguna vez considere un futuro inalcanzable se convirtió en un hermoso presente. Uno en donde inevitablemente tengamos que afrontar muchos desafíos , pero nada hará que me aparte de tu lado y haga hasta lo imposible para protegerte .

Podemos repetir miles de veces aquel deseo que ambos compartimos : Ojalá todo fuese diferente. Que las cosas cambien para bien de un día para otro, como si se tratase de acto de magia o milagro.

Solo una vez vimos algo así , en ese verano que llegamos aquí. Solo bastó que alguien nos defendiera, ganar una carrera ,y la valentía que tuvimos . Todo eso fue suficiente para que el pueblo aceptase a nuestra especie y olvide una tradición de años.

Quizás lo que tenemos sea menos grave, ya que a decir verdad creo que lo sospechan. Parece que todo el mundo sabía lo que pasaba entre tú y yo, antes que nosotros.

¿Tan obvios somos? Parece que sí.

Hay tantas cosas que podría decirte para asegurarte, que las cosas siempre van a salir bien, pero estaría engañandote, aunque al menos tenemos a nuestras familias y a nosotros mismos .

Tengo mucho que decirte, tal vez las hojas no basten. Tal vez todos los besos y abrazos que te daré sean sufientes.

Bueno en fin , te amo, Luca Paguro.

Tras terminar de leer dobló la hoja para guardarla en su bolsillo, echó la cabeza para atrás haciendo que la brisa del mar desordenara sus rizos a la vez que observaba el cielo azulado despejado.

Inevitablemente un par de lágrimas recorrieron sus rosadas mejillas, pero no eran de tristeza, sino de la inmensa felicidad que le inundaba.

No eran las mismas lágrimas amargas que empapaban su almohada en Génova.

Y tras de ese amargo llanto, encontraba consuelo en los sueños en donde estaba en una hermosa realidad con quien amaba tanto.

Fueron muchas de las noches en las que se quedó dormido con los ojos húmedos e irritados,  la nariz roja que parecía producto de un resfriado.