Amor y Sufrimiento #2

Cap26 Placer y Amor.

Capítulo subido de tono🔥

Isabella: no entiendo nada, ¿cómo es que sucedió todo esto? – se preguntaba, yo me senté a su lado, y me apegué a ella para explicarle todo.

Nicolás: antes de llegar aquí y de que me conocieras, ya los chicos y yo éramos buenos amigos, íbamos de fiestas, y pues ya sabes todas las travesuras sin contar que realizábamos, yo usualmente iba y venía cada vez que tenía el chance. A Max lo conocía desde antes y pues a los gemelos los conocí en una fiesta donde Max nos presento. Te cuento todo esto para que más o menos entiendas la historia, Nacho y esa chica salían y hasta donde sé era algo real. Pero no sé qué tanto paso como para que ellos terminaran así, quizás y fue ese embarazo. Después de la última vez que la vi junto a Nacho, pasó tiempo hasta que un día la vi y tenía una gran panza de embarazada, pero cuando iba acercarme a ella ya no estaba. Y pues un día estaba con Nacho y hablamos de ella, se lo comenté y pues se puso raro así que afirme de que si era ella, que si estaba embarazada y de que ese bebé era de él, él se puso como loco y pues desde ese día vino su cambio conmigo – Bella me observaba atenta.

Isabella: por más que lo intente no logro entender el comportamiento de Nacho, de alguien más quizás lo hubiera esperado, ¿pero de él? – sus ojos estaban llorosos – necesito buscar a esa chica, a ese bebé y recompensar el daño que le hizo Nacho – dijo mientras sorbía su nariz.

Nicolás: y puedes contar conmigo para eso, mi ayuda estará incondicionalmente hasta que demos con su paradero – le dije dulcemente para atraerla a mi y abrazarla.

Narra Isabella

Los días pasaban y todo seguía igual, la búsqueda del posible hijo o hija de Nacho ha sido todo un fracaso, no hemos dado con su paradero, Nacho se ve un poco decaído por más consuelo que quiera darle no lo acepta y simplemente me rechaza, papá y mamá aún no pueden creerlo, bueno la verdad es que nadie aún.

Nicolás: ¿no deseas nada más? – me pregunta llegando a mi con la taza de chocolate, yo niego estoy sentada en la cama. Hace un rato que llegue, Nicolás ha estado ayudando bastante con esta situación, empiezo a beber el chocolate y de repente Nicolás se queda mirándome, yo le sonrió.

Isabella: ¿qué? Porque me ves así? – Nicolás no deja de verme.

Nicolás: tienes un bigote de chocolate – lo dice lo más tranquilo y relajado, yo iba a quitarlo con uno de mis dedos, pero Nicolás me detuvo tomando mi mano para que no prosiguiera – esta manera no es la correcta – dijo para tomar sigilosamente con su otra mano libre la taza de chocolate que tenía en mi otra mano y dejarla sobre la mesita de noche, yo estoy sin parpadear siquiera mi corazón está sin frenos y para este momento incluso mi aliento se ha ido, Nicolás se acerca lentamente a mis labios tan cerca que sus labios y los míos rozan, él me susurra – esta es la manera más efectiva – y dicho esto rompe con los milésimos milímetros que supuestamente nos separaban uniendo sus labios y los míos en un beso suave y dulce a la vez, lentamente me recuesta de la cama, para seguir el beso, nos despegamos por falta de oxígeno, pero nos quedamos tan cerca que nuestros labios aún rozan y luego de recuperar la respiración volvimos a ese beso el cual se iba intensificando, Nicolás estaba sobre mi, pero con uno de sus antebrazos colocado en la cama para no lastimarme mientras que con su otra mano acariciaba una de mis mejillas, su mano fue bajando hasta ir a uno de mis senos y luego bajar por mi silueta e ir a una de mis piernas y acariciarla gracias al vestido un poco suelto que llevaba, hizo que mi pierna subiera y quedara con mi pie puesto sobre la cama haciendo que mi pierna y yo quedáramos aún mas expuesta gracias a que el vestido se descubrió un poco, sus besos bajaron a mi cuello y todo esto me trae secuelas de lo que me ocurrió ese día, cierro mis ojos con fuerza, en varias ocaciones he detenido a Nicolás para que no prosiga, por más que lo desee, por más que quiera he intenté no, no puedo.