Cap.19 James.

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Ian: ¿los carros? - Jacob asintió repetidas veces emocionado y con los ojos iluminados de la emoción yo sonreí - ¿quieres manejar mi auto? - Jacob asintió del mismo modo. Yo le di un golpe en uno de los brazos a Ian.

Isabella: ¿estas loco? - le dije.

Ian: no seas tan aburrida - dijo sacándome la lengua.

Isabella: recuérdame nunca permitir que te quedes a cargo de algún niño - Ian me dio una mala mirada - lo siento, pero es la verdad.

Nicolás: Ian - dijo llegando de la nada, mis ojos se fueron a los suyos, teníamos al rededor de una semana y media sin vernos, note cómo Ian me observo y luego a él.

Jacob: ¿quién es este señor? – preguntó con curiosidad, Ian sonrió, Nicolás y yo nos mirábamos.

Ian: él es Nicolás y creo que sería mejor que ya nos fuéramos – dijo para levantarse y llevarse a Nicolás.

Jacob: ¿quién era ese señor que te veía de esa manera? – me pregunto con sus ojos llenos de curiosidad, yo moví la cabeza para volver a la realidad.

Isabella: es Nicolás – simplemente le dije.

Jacob: ¿por él fue por quien lloraste? – me pregunto y yo lo observé, y luego le negué con la cabeza, dudosa – no te creo.

Isabella: te digo la verdad Jacob.

(...)

Ignacio: ¿Nick? – me pregunto llegando a mi, yo lo observé.

Isabella: ¿qué?

Ignacio: preguntó si es Nick quien reina en tus pensamientos en este momento?

Isabella: Nacho no vengas con esas cosas, porque no es así.

Ignacio: no lo niegues porque te conozco perfectamente, y sé que se vieron hoy.

Isabella: es cierto, nos vimos hoy, pero ni siquiera saludo, así que es mejor no seguir pensando en él – Nacho río.

Ignacio: pero si él dice que eres tú quien no quiere saber nada de él – yo fruncí el ceño.

Isabella: ¿de que hablas?

Ignacio: de que ni siquiera le escribiste para enterarte de cómo seguía – yo reí sarcástica.

Isabella: ¿eso dijo él? – Nacho asintió – ya verá justo en este momento.

Ignacio: ¿qué vas hacer? – me pregunto.

Isabella: voy a desmentir a ese mentiroso.

Salí de la casa y fui hasta mi auto..... conducí hasta su edificio y fui hasta la puerta de su apartamento, toque el timbre y nada, toque la puerta y luego el timbre otra vez.

Nicolás: ¡voy! – gritó desde el otro lado de la puerta, para luego abrirla, cuando lo hizo quedó frío ante mi al igual que yo, su cabello estaba aún húmedo, llevaba unos pantalones de buzo y una franela de mangas cortas, y descalzo – Bella – susurró, yo entre y me puse en frente de él.

Amor y Sufrimiento #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora