•*¨*•.¸¸☆*･ﾟ🍏ﾟ･*☆¸¸.•*¨*•
Solo Dios sabrá el pecado que tu piel me hace cometer, la 𝚙𝚊𝚜𝚒ó𝚗 que tu cuerpo me hace sentir, la excitación que tu propio ser me inunda.
Estoy tan malditamente jodido, deseo con todo mi ser adorar cada centímet...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🄾🄼🄽🄸🅂🄲🄸🄴🄽🅃🄴
Jungkook estaba estresado, no hace mucho había llegado de su trabajo, ahora simplemente se había dado un baño con agua caliente e iba a comer.
El reflejo que había visto en el espejo del baño de la oficina se había disipado un poco, claro, aún con su expresión cansada y sus ojeras. Pero lo que lo tenía así, eran los mensajes incesantes de su jefe, recordando le que tendrían una cita en unos días.
Claro que lo recordaba! Como podría olvidar algo tan desagradable como eso?
—Detesto mi vida. — dijo al vacío, viendo como su televisión estaba prendida y sus ventanas abiertas—.
Las había dejado abiertas? No le extrañaba ver su televisión prendida, pues no era la primera vez que lo encontraba así, la diferencia de esta vez, es que en las anteriores recordaba muy bien el como lo prendió, pero esta vez, no recordaba para nada el haberlo hecho.
—Que raro. — Claro que no era lo único fuera de lugar—.
Sus papeles y documentos estaban regados por el suelo, eso si era mucho más raro, desde que lo llenaban de trabajo no era la persona más ordenada.
Pero jamás llegaba al punto de dejar regados documentación tan importante como esas.
—Estoy delirando.— rasco su cabeza confundido—. Definitivamente estoy delirando.
Debiste prestar más atención a esas señales Jungkook.
Tomó su plato de comida calentado en el horno, no era lo más saludable, pero no quería cocinar y tampoco lavar nada.
Lo único que tomó fue un vaso de cristal para después llenarlo con su refresco de Coca-Cola. Dio un pequeño sorbo a esta, suspirando de satisfacción al terminar, al sentir la gaseosa bebida llenar su paladar con su dulce sabor.
Le gustaría tener una mascota a la cual cuidar, pero sus obligaciones lo tenían tan ocupado que ni para cuidarse a si mismo tenía tiempo, por lo que no podía darse el lujo de adoptar a su compañero.
Al terminar de comer, dejó el vaso que había utilizado el fregadero, boto a la basura las envolturas de su comida. Apagó la televisión, cerro sus ventanas y se dirigió a su habitación.
Su apartamento era pequeño, por lo que tan solo tenía una habitación y un baño, no le molestaba vivir en algo tan descuidado como ese edificios que a simple vista se veía muy deteriorado.
