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Solo Dios sabrá el pecado que tu piel me hace cometer, la 𝚙𝚊𝚜𝚒ó𝚗 que tu cuerpo me hace sentir, la excitación que tu propio ser me inunda.
Estoy tan malditamente jodido, deseo con todo mi ser adorar cada centímet...
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Su esposa siempre había sido impulsiva, pero él nunca se atrevía a llevarle la contraria, la amaba tanto que se le hacía imposible ir en contra de las decisiones de ella.
Aun cuando la culpa permanecía latente en su pecho, escuchar los gritos de dolor de su primogénito fue un golpe duro a su conciencia, luego apareció el lúgubre silencio. El señor Jeon tan sólo callo sus palabras y se hizo el sordo.
Era algo que su esposa tenía que hacer, él apoyaba las decisiones de ella, aún si eso llevaba al dolor de unos de sus tesoros.
Cuando la puerta de su despacho fue abierta, su mujer apareció con la sonrisa más grande que había visto en los últimos años, llena de emoción y de una satisfacción que intentaba mantenerse oculta.
—-Amor mio, prepara una cena con los Kang, Jk accedió a casarse con la hija menor de esa familia.—- El señor Jeon sudo en frío. Ella había forzado a su hijo a aceptar un matrimonio del que había huido hace unos años-—.
—-¿No crees que es muy pronto? Es decir Jungkook recién esta recuperado.
—-¿Recuperado? ¿De que hablas amor? Jk sigue tan mal como llegó, su brazo y pierna aún no están curados, por cierto manda un médico al cuarto de nuestro hijo, se cayó sobre su brazo y ahora le duele mucho.
El señor Jeon tan sólo asintió cohibido, sabía bien que aquellos gritos no habían sido provocados por alguna clase de caída, pero él no quería llevarle la contraria a su esposa.
—-Aunque tienes razón cariño, tenemos que esperar que nuestro hijo se recupere, no podemos presentarlo a su futura esposa en estas condiciones.
—-Es cierto amada mía, déjalo descansar, luego hablaremos con los Kang.
Su esposa dejó un lijero beso sobre su mejilla, verla feliz era una de las cosas que más lo complacía. Ella salió del cuarto con una gran sonrisa en su rostro, festejando como una infante por haber logrado su cometido.
El señor Jeon suspiro agobiado, había tantas cosas encima que lo asfixiaba, aquel hombre aún no se había contactado con él y aunque sabia que debería estar agradecido que ese hombre aceptara ayudarlo, no podía evitar sentir un ligero malestar en su pecho.
Pues aún recordaba como el semblante de ese ruso cambio por completo al escuchar el nombre de su hijo ser mencionado, el como había respirando con un deje de excitación, como si estuviera recordando algo que lo prendía.
No quería tener que interactuar por mucho tiempo con ese hombre, era peligroso, eso lo sabía sin duda, y por supuesto que ahora estaba la sensación de querer alejar a su hijo de ese ruso, parecía que aquel hombre solo lo hacía teniendo en su mente algo que tuviera que ver con Jungkook.
