Capítulo 12

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"𝙻𝚊 𝚒𝚛𝚊 𝚍𝚎 𝙳𝚒𝚘𝚜"

Namjoon no sabía cómo continuar su día a día, el solo recordar los ojos llenos de dolor de ese chico mientras lo golpeaban duramente lo llenaba de culpa

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Namjoon no sabía cómo continuar su día a día, el solo recordar los ojos llenos de dolor de ese chico mientras lo golpeaban duramente lo llenaba de culpa. Lo único que había podido hacer era pedir perdón mientras lo sometía contra el piso.

Llevo su vaso de whisky a sus labios, el sabor picoso y un poco amargo se colo por sus papilas gustativas. El dolor en sus corazón aún yacía latente.

Demonios ¿como una madre podía hacerle algo tan duro a su propio hijo? Mandar a dos hombre a romperle una cantidad de huesos necesarios para que no escapara. Sabía muy bien quienes eran, Jeon Jungkook primogénito de la familia Jeon, no le gustaría estar en los zapatos del pobre chico.

-¿Que sucede? - Un hombre de piel pálida le preguntó con su típica expresión apática-

-Yoongi Hyung, no es nada... Solo que.- Se detuvo antes de termina de decir lo que sucedía-.

-¿Tiene algo que ver con el trabajo de buena paga?

-Odio que puedas conocerme tan bien, pero si... Es precisamente eso.- Tocó su nuca con nerviosismo-.

-Ya veo, ¿que sucedió para tenerte en ese estado?

-No puedo soportar la culpa, tengo en mi mente la mirada llorosa de ese joven y sus gritos de dolor.

-¿Hablas de la persona que te contrataron para golpear?

-Si, él. Hyung, no era una simple persona, era un niño, mucho más joven que yo, el pobre ha sufrido demaciado.- Suspiro agobiado con sus manos en su nuca-.

-Supongo que hay personas que la pasan peor, se puede saber si es solo eso lo que te tiene tan agobiado o si es algo más?- Miro interesado al moreno-.

-Fue su propia madre quien contrato para golpearlo.- Un jadeo de sorpresa salió de los labios de mayor-.

-Namjoon, ¿es esto cierto?- Pregunto mientras sus ojos se abrían en sorpresa casi shock-.

-Si, ¿que clase de madre manda a romperle huesos a sus hijos? No es solo eso, ella estuvo parada en la puerta mirando como mi compañero rompía el brazo del chico.

-La gente de dinero es realmente extraña.

-Lo son, no quiero imaginarme el infierno que este chico a de pasar en esa casa.

-¿Cual es su nombre?- Pregunta de forma curiosa-.

-No es algo que pueda decir Hyung, pero sólo que carga el peso de un gran y doloroso apellido.

Su corazón latía fuertemente por el miedo que crecía en él

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Su corazón latía fuertemente por el miedo que crecía en él. La mujer sentada cerca de él, viéndolo con una mirada que jamás hubiera querido volver a recibir.

No se atrevió a moverse, el dolor de sus costillas rotas era insoportable, pero más que el dolor físico ocasionado por ella, fue acordarse de lo que está mujer era capaz de hacer solo para obtener lo que quería.

-¿Ya vez el porque no debes desobedecer me? Eres muy malo, hijo. No te crié de esa forma, ahora debes afrontar las consecuencias de tus actos.- La fría mirada que le dedicaba le hizo palidecer. Si, Jeon Jungkook realmente no recordaba el miedo que esta mujer ocasionaba en él con una simple mirada-.

Desvío su mirada, no quería verla, no quería temblar por aquello que tanto causaba en su cuerpo, el terror que caía sobre todo su ser con tan solo sus ojos puestos en él.

Escucho como ella suspiro, el miedo que tenía era mucho más grande que sus deseos por salir de esa casa, es por ello que había decidido escapar el día de su boda, dejar todo atrás, dejar de sentirse tan enjaulado.

-Ya no quiero que sigas en este estúpido juego Jungkook, volverás a ser nuestro heredero, te casaras con la hija menor de los Kang, me aseguraré de que esta vez no escapes.- Su bellos corporales se erizaron ante la sensación de peligro. Los tacones de su madre resonaron hasta perderse en la cara alfombra importada de India-. Solo quiero que entiendas que no puedes dejar de ser mi hijo Jungkook, el sueño de toda madre es ver a su amado primogénito casado con una bella dama.

-...- Jungkook no contestó a las palabras de la mujer. Cerro sus ojos con fuerza intentando retener sus lágrimas, ¿por qué todo tenía que ser tan duro para él?-.

-Contestame cuando te hablo.- Jungkook la miro nervioso, pero tan sólo voltear su rostro para verla, una sanción de ardor en su mejilla lo recibió y el sonido de la mano de su madre impactar en la piel de su rostro-. Ves lo que me haces hacer, esto no pasaría si dejaras de ser tan maleducado, ¡Yo no te crie así!

Las lágrimas que había estado reteniendo por miedo, se deslizan como cascadas por sus mejillas, mordió sus labios con fuerza haciéndolos sangrar.

-Jungkook, ¿Que se dice cuando te pido algo?

-...- Duro un poco buscándolo que sus palabras no salieran entrecortadas y antes de que nuevamente la mujer impactara su mano en su rostro, respondió-. S-si m-madre.

-Ese es mi muchacho, ahora descansa un poco, necesitas recuperarte, el futuro novio no puede ir a su propia boda en un estado tan denigrante.

La mujer dejó un suave beso en la mejilla humedad de muchacho, para luego salir del cuarto con una sonrisa satisfecha ante lo que había logrado.

El silencio nuevamente se sintió asfixiante, tanto que le hizo abrir su boca para buscar más oxígeno, pero lo único que consiguió fue que los sollozos salieran sin detenerse.

Le hubiera gustado apretar sus puños, pero ambas manos estaban enyesadas aunque sólo una estaba rota.

Ni siquiera busco la manera de callar los lamentos que salían de sus labios, estaba solo, no era la primera vez que lloraba de tal forma que la soledad era el único testigo de su sufrimiento.

-E-esta bien... Todo e-esta bie-en.

Busco consuelo en sus propias palabras, pensando que todo por lo que se había esforzado acabaría justo aquí, de tal forma que no podría volver a buscar la libertad que tanto ansiaba.

En sus labios una sonrisa amarga se formó, recordó sus días tranquilos, la noche en la que se dejó llevar por sus propios deseos, cayendo por ese hermoso y sexy ruso, el como la vida empezaba a sonreírle, y cuando por fin su burbuja de ensueño fue reventada.

La libertad de Jeon Jungkook ya no era más que eso, un hermoso recuerdo que se quedaría en lo más profundo de su mente.

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𝙿𝙰𝚂𝙸𝙾𝙽 | 𝙹𝙴𝙾𝙽 𝙹𝚄𝙽𝙶𝙺𝙾𝙾𝙺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora