𝙿𝙰𝚂𝙸𝙾𝙽 | 𝙹𝙴𝙾𝙽 𝙹𝚄𝙽𝙶𝙺𝙾𝙾𝙺

Capítulo 5

"𝙿𝚕𝚊𝚌𝚎𝚛"

El hombre tomaba con fuerza la cintura del coreano, besaba con excitación los labios con sabor a vino del más joven.

Seguían en el balcón de aquel lujoso restaurante, mientras su polla aún estába cubierta por la gruesa tela del pantalón se frotaba contra la ingle del más bajo. Los jadeos de Jeon eran ahogados por los labios del ruso.

A pesar de no estar del todo consciente, con tan solo pequeños roces se sentía en el cielo.

—Deberíamos ir a otro lado pequeño. — La voz gruesa del hombre le habló sobre oído—.

—Ah~.— soltó un pequeño gemido en respuesta—.

El Ruso tomó con delicadeza la cintura contraria, alzó el cuerpo ajeno y sintió como el joven rodeaba su cintura con sus piernas, creando fricción entre ambas pollas.

—Ugh~ Блядь(Blyad') (Joder). — Maldijo en su lengua materna, claramente el sentir su polla presionada por dos carnosas piernas y el miembro ajeno, le había hecho sentir el cielo por un momento—. Vamos cariño, no quiero que todos te vean mientras te follo.

Comenzó a caminar hasta la puerta del balcón, saldría del restaurante y lo llevaría al hotel en donde se estaba quedando, claramente no saldría por la puerta principal, sería peligroso tanto para él como para el pequeño coreano que estaba jadeando en su hombro por el efecto de la viagra.

Tal vez Jungkook estaba en un estado de inconciensia, bueno al menos eso pensaba, había sido drogado y alcoholizado, pero eso no significaba que no estaba al tanto de lo que estaba sucediendo, pero no quería detenerlo, no cuando ya estaba en el punto máximo del placer.

Que importaba si no conocía a la persona con la que tendría sexo esa misma noche, con tal de sentirse lleno del semen que este hombre le brindaría, ya nada le importaba.

—Escucha cariño, ve preparando te porque después de esta noche, no podrás caminar más.— Escucho la puerta de un auto abriéndose e inmediatamente sus cuerpo fue puesto con delicadeza dentro del  vehículo—.

A pesar de sentirse con sueño, no quería dormirse; el efecto de la viagra consumía sus deseos más intensos y las caricias que las grandes manos ajenas le habían brindado, habían sido detonante para hacerlo arder.

Que tanto podría aguantar? Si su miembro chocaba constantemente con el del hombre.

—Más... — En un suave susurro le suplico, al sentir el como había sido ubicado en el regazo del contrario—.

—Ten paciencia, no pienso retractarme de mis palabras cariño, te haré disfrutar hoy como nunca nadie lo ha hecho antes. — La voz ronca del hombre acarició suavemente sus oídos—.

No supo en que momento habían llegado a su destino, solo se había concentrado en la sensación de dureza bajo sus glúteos justo en su entrada y las palabras calientes que aquel desconocido había susurrando constantemente en sus oídos.