#La verdad

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[Hoseok]

Estoy enamorado de otra persona.

Cinco palabras. Esas cinco palabras bastaron para terminar de romperme. Enamorado de otra persona. No respondí. ¿Qué iba a decirle? Creo que el haber estado sentado impidió que no cayera al piso. Mi cabeza no respondía. Sólo había un silencio abrumador y sus ojos demasiado grandes mirándome.

—Hoseok —su voz me llegaba distorsionada. Como si hubiera habido una explosión y recién empezaran a volver los sonidos. Sus manos se aferraron a las mías. Pero mi cabeza se sentía extrañamente vacía.

—Hoseok, di algo, por favor. Pégame, grítame pero no te quedes así...

—Yo... —me levanté y empecé a caminar hacia su habitación. Jae me siguió diciéndome cosas que ahora no recuerdo. Empecé a sacar mis cosas de su placard. Diablos, tenía tantas cosas que iba a tener que hacer dos viajes para llevarme todo.

—Hoseok, por favor, mírame —sus brazos se cerraron sobre los míos y me obligó a mirarlo — no me odies, bebé. Yo... lo siento, lo siento, Hoseok.

—¿Por qué lo sientes? —mi cabeza había empezado a despejarse—. Uno no manda en el corazón, Jae. Debí haberme dado cuenta, eso es lo que me duele.

Me solté de sus brazos y seguí con la tarea de guardar cuatro años de mi vida en un bolso de viaje. Un viaje sin Jae. Me había soltado la mano y yo debía aprender a caminar solo. Lo oí sollozar a mis espaldas, pero no sabía cómo consolarlo. Empecé a vaciar los estantes cuando un sobre marrón cayó a mis pies. Fotos. Fotos de una chica desnuda. La conocía, todos lo hacían, era una de las porristas de los Zorros de Yonsei. Jenny.

Para que pienses en mí cuando no estemos juntos.

Me giré con la foto en las manos y vi la cara de Jae palidecer hasta el punto de casi alarmarme.

—Cuando no estemos juntos... —Leí. Jae suspiró y se levantó de la cama.

—No es lo que piensas, bebé...

Le lancé la foto al pecho y terminé de juntar mis cosas. Intentó abrazarme por la espalda, pero lo aparté de un manotazo. No me había resultado muy difícil sacármelo de encima teniendo en cuenta que tengo dos veces su tamaño y enojado ni siquiera sentí su peso en mi espalda.

—Imagino que se la habrán pasado a lo grande riéndose a mis espaldas.

—Espera, bebé, déjame explicarte...

Bebé. Imbécil. Eso es lo que era.

—Deja de decirme así —caminé hasta el baño y saqué mis cosas que tiré en el bolso sin cuidado. Jae me seguía como un cachorro perdido.

—Por favor, Hoseok. Sé que no es excusa pero no quiero que pienses que te usé.

—¿Estabas o no con ella mientras estábamos juntos? —no contestó. Por supuesto que no iba a contestar—. Hazte a un lado, por favor. En la semana vendré a recoger lo que falta.

Caminé hacia la sala mirando alrededor cuidando de no olvidarme nada.

—¿A dónde irás? —su pregunta me hizo caer en la realidad. No tenía un lugar donde ir. Mi familia era un desastre y prefería pasar la noche en el banco de una plaza que ir a tocarle la puerta a mis padres.

—Eso ya no es problema tuyo —dije de manera cortante. Estaba muy enojado.

—Hoseok...

—Cierra la boca —le grité—. Tuviste todo el tiempo del mundo para hablar. Ese tiempo ya se acabó. Me mentiste, Jae. Tiraste cuatro años al tacho en vez de hablarlo conmigo. Decidiste hacer todo a mis espaldas y no pensaste en mí. Eres un egoísta.

Unfair Love [2Won]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora