Pov Joy
Hoy si que me estaba dando una ducha tranquila, esta vez el destino decidió ser gentil conmigo, la alarma sonó fuerte y claro evitando mi maravilloso sueño, pero claro, mejor eso a llegar tarde y me dejen afuera donde es posible que conozca a más gente extraña como la chica mal educada.
Hablando de ella espero no encontrarmela, no quiero iniciar clases de mal humor por sus comentarios molestos, aunque quería saber su nombre no quiere decir que la quiero tener cerca.
Termine de ducharme y esta vez si me di la libertad de escoger que me pondría, después de ver mi closet unos minutos me decidí por unos pantalones negros con unos cortes en las rodillas, una camiseta blanca con el estampado de Freddie Mercury, un suéter blanco liso y mis converse. Me mire al espejo y creí que ya estaba lista así que tome mi mochila y baje las escaleras hasta la cocina para encontrar a mi madre y padre conversando mientras desayunaban.
-¡Hija, buenos días! ¿Quieres que te sirva para desayunar?
-Yo me sirvo mamá, tu come tranquila.
Tomé un plato y me serví de los chilaquiles que hizo mi madre, ¡Benditos sean los chilaquiles!
Antes de sentarme tome un vaso y ahora si me senté sirviendome jugó de naranja. Sólo me dedique a comer mientras escuchaba de lo que hablaban mis padres.
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Iba camino a la escuela con mi padre en el auto, al parecer el día iba bien, el destino estaba siendo gentil conmigo y hasta ahora me sentía contenta, había hecho mi tarea, me di una ducha relajante, me vestí bien, desayuné en compañía de mis padres e iba temprano a la escuela, todo bien.
Cuando llegamos despedí a mi padre y entre a la escuela pasando por entre los alumnos para llegar a mi casillero, saque lo que necesitaría para mi clase con el profesor Vera, y lo cerré para caminar al salón, al entrar sólo había una persona sentada en el fondo del salón, debía ser una broma.
La chica mal educada estaba ahí, haciendo no se que en su cuaderno con los auriculares puestos, tal vez no todo mi día tenía que ser bueno, pero tampoco consideraba esto algo malo porque esta vez estaríamos en clase y no tendría la necesidad de hablar con ella por estar aburrida como el día anterior.
-¿Te pasa algo?
Oí la voz de la chica sacandome de mis pensamientos, voltee a verla y estaba aun haciendo y mirando algo en su cuaderno, por supuesto el tono que uso para hablarme fue desinteresado.
-No, nada.
No dijo nada, Suspire y me senté en el primer asiento del frente. Ninguna dijo nada en los siguientes minutos. El timbre sonó y los alumnos junto al profesor entraron así empezando la clase.
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El profesor Vera no sabía otra cosa más que hablar, hablar, y hablar cosas muy aburridas. A mitad de la clase yo ya había dejado de ponerle atención y sólo me dedique a hacer garabatos sin sentido en mi cuaderno. Imagino que la clase ya iba a acabar, no lo se perdí la noción del tiempo por estar distraída. Salí de mis pensamientos cuando sentí que tocaron mi hombro y voltee a ver quien me llamaba.
-¿Haremos el proyecto juntas? -Era la chica mal educada.
-¿De que hablas? -Estaba confundida.
Rodó los ojos impaciente.
-¿No escuchaste al profesor? Hizo parejas al azar para un proyecto. Y me toco contigo.
-¿Qué? ¿Me toco contigo? -Dije incrédula.
-Si.
-No puede ser.
-Si no quieres hacerlo conmigo sólo dime para decirle al profesor que lo haré sola, no sería la primera vez.
