En estos días que Jesse ha estado con nosotros ha sido genial, siempre es bueno tener a mi hermano cerca de mi, sinceramente cada que se vuelve a ir considero la idea de irme con el a Londres para estudiar la universidad, pero también pienso mucho en mis papás y amigos, igual los extrañaría mucho, creo que realmente no podría vivir en Londres así que solo puedo contar los días cada que se que él nos visitará.
Hace unos días habíamos entregado el proyecto que llevábamos haciendo Ashley y yo, sacamos una buena calificación y pienso que eso no hubiera pasado si no me hubiera tocado hacerlo con Ashley, ella sabe demasiado sobre el tema y me encanta oírla hablar sobre eso, sus ojos le brillan cada vez que lo hace y me hace feliz verla feliz.
Hoy Jesse había tomado el auto de mamá para traerme a la escuela, habíamos desayunado en familia y cuando me trajo me despedí de él para entrar, fui directo a mi clase con él aburrido señor Vera, creo que ese profesor ya debería jubilarse.
Entre al salón y la única persona que había ahí era Ashley, parecía que no había notado mi presencia así que me acerque y me senté en el mesabanco que estaba al lado de ella.
-¿Qué haces? - Llegué preguntando.
-Solo dibujo.
-¿Puedo ver?
-Dejame pensarlo, no.
-Que grosera, ¿por qué no?
-Por que no quiero.
-Oh vamos, no seas mala déjame ver.
Puse un puchero y ella suspiro levantando el cuaderno donde estaba lo que dibujaba. No lo podía creer, era un bosque, de noche con la luna llena brillante y un cielo estrellado, los detalles que había hecho en los pinos, río y cielo, eran impresionantes, era como estarlo viendo en vivo frente a tus ojos, tal vez parezca exagerado pero así lo veo, era un dibujo realmente precioso.
-Por Dios Ashley, es increíble.
-No tanto.
-¿No tanto? cierra la boca dibujas increíble, ni en mil años yo podría hacer algo así.
Sonrió
-Gracias.
-No es nada.
-En mil años solo serás polvo.
-Igual que tú, tal vez cuando seamos polvo, siga estando contigo.
-Oh no por favor, ni en la muerte me vas a dejar en paz.
-Te voy a seguir en todas las vidas si es necesario, esa cara de fastidio la tengo que seguir viendo.
-Tendre que poner una orden de alejamiento.
-Te reto.
-No hagas eso que no sabes de qué soy capaz, pero puedo admitir que tú presencia no es tan irritante Huerta.
Reí, a pesar de los comentarios no tan positivos de Ashley, podía pasar un buen rato con ella.
-Oye, puedo hacerte una pregunta? -Me miro a los ojos y supuse que era serio.
-Claro, dime.
-¿Te irás de aquí? Ya sabes, con tu hermano.
-No lo creo, créeme que me encantaría pasar más tiempo con mi hermano pero también están mis padres y amigos, no podría irme, además de que no creo que Londres sea una buena ciudad para mí.
-¿Por qué lo dices?
-¿Dónde más podría encontrar otra Ashley molesta? Solo hay una y estás aquí, así que no me puedo ir.
