La cabeza me estaba matando, había despertado hace poco por las inmensas ganas de vomitar que tenía, apenas eran las seis de la mañana y quería morir de la horrible resaca que tenía.
¡¿COMO SE ME OCURRIÓ BEBER TANTO?!
Todo lo que quería era volver a dormir por horas hasta estar mejor, pero al acostarme me sentí peor de lo que ya estaba. No tuve de otra más que bajar a la cocina para buscar una bendita pastilla que me quitará el dolor de cabeza tan insoportable que tenía.
-¿Mal día?
Escuché la voz de Jesse a mis espaldas pronto yendo a sacar jugo del refrigerador.
-El peor. - Respondí.
-Bueno, ahí está la razón por la que no deberías tomar tanto.
-Creeme que no lo vuelvo a hacer.
-Así dicen todos Joy, solo ten cuidado.
-Mejor dime qué puedo tomar para el dolor de cabeza.
-Esta bien.
Fue a uno de los cajones de la cocina sacando una caja de pastillas, saco una y me la ofreció junto a un vaso de jugo.
-Te daría agua pero eso no ayudaría mucho. - Dijo.
Asentí y me tomé la pastilla rápido.
-¿Qué pasó ayer? - Pregunté.
-¿No recuerdas nada?
-No.
-Esta bien, pues como debes saber yo me quedaría en la habitación, no recuerdo a qué hora fue pero Ashley fue a buscarme diciéndome que estabas muy ebria y que ya deberías irte a dormir, cuando bajamos por ti estabas dándole fondo a una botella.
-¿Estás bromeando verdad?
-Ojalá, le pedí a Ashley que te llevará a tu habitación y yo me encargue de que todos se fueran.
-¿Ashley no estaba ebria?
-Pues no lo noté, no lo parecía.
-Bueno, prometo que no se vuelve a repetir.
Jesse sonrió.
-Solo cuídate, ya me tengo que ir tengo algo que hacer antes de regresar a Londres.
-Olvidé que te ibas, ¿En la noche no?
-Si, nos vemos más tarde, que tengas buen día hermanita.
Beso mi mejilla y salió de casa, al parecer seguía sola así que subí a mi habitación notando en el camino que había un poco de desastre, lo limpiaria después.
Busque mi celular en la habitación y cuando lo encontré decidí enviarle un mensaje a Ashley.
Joy | 6:34 AM
Buen día!
Joy | 6:34 AM
¿Como estás?
Joy | 6:46 AM
¿Estás ahí?
Puede ser que si haya tomado demasiado también y este igual de mal que yo, si está durmiendo le tendría una envidia ahora mismo.
*****
El día había pasado tan lento para mí mala suerte, pero cuando estuve mejor lo sentí pasar en minutos así llegando la hora para que Jesse regresará a Londres.
Ahora estábamos en el aeropuerto, mis padres y yo esperando a que anunciarán su vuelo.
-¿Cuando volverás a visitarnos? - Le pregunté a Jesse un poco triste.