Capitulo Once. Mi cachorro.

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Luego de casi dos semanas creo, la verdad ya he perdido la cuenta de los dias... pero, con este tema cerrado, espero que les guste.



Dylan

Hoy era uno de esos días en los que Justin no quería alejarse de mí, era uno de sus malos momentos, pero esta vez no era tan malo, había aceptado salir de la cama, pero se rehusaba a soltar mi mano, asi que habia tomado la decisión de seguir con mi dia normalmente, pero con mi cachorro junto a mi.

Aquello no le había gustado mucho a mis padres, tenían miedo de exponer a Justin a tanta gente al mismo tiempo, pero yo no era descuidado, así que sabían que él estaría bien.

Solté un suspiro y bajé de la camioneta, Albert me miró por un segundo.

—¿Seguro? —asentí y miré hacia la parte de atrás de la camioneta que a simple vista parecía estar vacía.

—Justin, ven aquí enano —pedí.

Apreté la mandíbula, apoyando las manos sobre el asiento, escuche a Justin quejarse desde atrás, retuve una sonrisa cuando vi sus manos aferrarse a los asientos para pasar entre estos.

Albert le agarró de la mano para ayudarlo a pasar, a base de tropezones y quejidos, soltó un gruñido y terminó parado sobre el asiento del copiloto.

—Mami —levantó las manos hacia mí sentándose de golpe en el asiento —Mami —sonreí, abrió y cerró las manos, soltando un aullido exagerado.

—Mi bebé —bese su frente —Un pequeño cachorro, mimado y mimoso —puse las manos a los lados de su cuerpo y lo levanté, apoyándolo sobre mi pecho.

Acomode mi mochila sobre mi hombro e impulse un poco más al cachorro contra mi, me abrazo por el cuello comenzando a tararear una canción.

Me sorprendió que nadie mirara de más, pero me alegré de que no fuera visto como algo tan extraño, no quería hacer sentir incómodo a Justin, así que que nos miraran con ternura o con una sonrisa al ver al cachorro balbucear y ronronear, como el cachorro que era.

La verdad es que no era el primer cachorro presente, varias veces había visto a algunos cachorros rondar con sus padres y madres por el lugar, algunos de los hijos pequeños de los docentes llegaban todo el tiempo, al igual que de algunos alumnos.

Por lo que de nuevo, no era extraño.

Nos dirigimos a la biblioteca, allí estaríamos la mayor parte del tiempo, solamente ingresaría a una clase y era una de las últimas de la mañana.

Deje a Justin de pie en una de las sillas, este miró embobado la mesa vacía, eleve las cejas y apoyó las manos, soltó un gruñido y levantó la mirada hacia mí, reí.

—Tu mandas cachorro —se sentó de golpe en la silla y dejé la mochila sobre la mesa.

La abrí y saqué un par de cuadernos míos y de él, una cartuchera con bolígrafos, otra de pinceles y crayones. De inmediato saltó a agarrar los crayones, parecido a un ave de rapiña buscando su presa, reí y me senté en la silla frente a él.

Tome uno de los libros en la mesa y abrí el objeto, no le quite la mirada al cachorro en ningún momento, lo vi morderse la lengua, entrecerrar los ojos, dibujar y pintar con una total concentración.

Acaricie la cabeza del pequeño, dándole masajes en la parte trasera de esta, ronroneo una vez más y siguió con su trabajo.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo y al mirarlo noté que era un mensaje del Alfa, no necesitaba leerlo para saber que estaba cerca, así que aparté la mirada del cachorro, observando a mi alrededor.

2. Oasis [Chrisberry] (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora