2. Oasis [Chrisberry] (TERMINADA)

Capitulo Diecinueve. Voz.

Cody.

Era un día demasiado extraño, el aire se sentía pesado y había un hediondo aroma a nervios, era como si cada Omega de la institución estuviera esperando que algo terriblemente malo sucediera.

Era peor que tener a uno o varios Omega estando cerca de sus celos en un ambiente pequeño, estaban demasiado nerviosos, todos y cada uno de ellos. A veces hasta a la defensiva.

Me acerque a Dylan quien estaba sentado sobre la mesa de piedra con los pies sobre en el banquillo de concreto, manteniendo mi distancia, había intentado hablar con una Omega y ella actuó demasiado temerosa y nerviosa, así que había intentado y logrado mantenerme alejado de dicha casta ya que todos parecían tener el mismo rechazo hacia los Alfas hoy, como si algo los obligará a mantenerse alejados. Pero necesitaba hablar con Dylan.

—¿Qué sucede, Alfa? —levantó la mirada y sonrió tranquilo —Deberías sentarte, no voy a lastimarte —suspire y me senté en el banquillo —¿A qué se debe eso?

—No lo se, hoy las cosas están demasiado extrañas —asintió —Dime que no soy yo el único que siente el aire asfixiarlo —se rio y apoye mi espalda contra la mesa.

—Es una manera de decirlo, pero si, todo es extraño, más de lo normal —me reí y lo mire.

—Tiene que ver con los Omega

—Y el rechazo de ellos hacia los Alfas, si es extraño ya que los primeros días es que tenía tanta suerte de que tu, Alfa, te acerques a mí —fruncí el ceño y lo mire.

—¿Dicen eso?

—Decían, hoy parecen particularmente temerosos de que saltes sobre mi cuello a morderme —reímos, bajo de la mesa sentándose al lado mío —¿Estás ocupado esta tarde?

—No, ¿por qué?

—Los hermanos de mi cuñado fueron a los terrenos de Horizonte y trajeron mucho para comer, mi mamá me dijo que te invita y que después llevarás algo a tu casa —asentí y gire un poco el cuerpo.

—Omega, se supone que el Alfa es el que provee —ahogó una risa, desvió la mirada cubriendo su boca con la mano para ocultar su sonrisa, volvió a mirarme y rodó los ojos.

—Olvide eso de ti, domesticado —solté una carcajada y él se levantó —Tengo que irme a ver algo sobre el ingreso de dos nuevos Alfas para el siguiente año —asentí —¿Nos vemos después de clases?

—Desde luego, Omega

—Adiós, Alfa

Elevó los hombros y se dio vuelta, lo observé, sencillo y con un caminar elegante, sus caderas se movían lado a lado de forma suave, no lo forzaba, ni mucho menos lo exageraba.

«Omega, mío, mi Omega», gruñó Ares en mi interior «Cortejo, mío, Omega».

Trague saliva y mantuve al Lobo al margen para que no saliera a la luz, los Omega estaban particularmente intimidados en este día como para permitirme ir como Lobo por los pasillos buscando a Dylan. Me rasque la nuca y fui hacia los chicos del equipo que se habían reunido lejos.

Andrew parecía consternado, decía que el Omega con el que había empezado a hablar no quería acercarse a él. Así que me plantee con más fuerza. ¿Qué pasa con los Alfa y Omega en este día y que tan grave era?

Dylan

Estaba saliendo del cubículo del baño cuando escuche sollozos en el baño femenino, fruncí el ceño y después de mirar a mi alrededor buscando que en realidad los sollozos no vinieran de adentro ingrese al baño.