Capítulo 32: Palabras con veneno añejado por el tiempo

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Souichi

Padre e hijo al fin se sentaban a hablar. La plaza estaba casi vacía, así que no habría problemas con el tema de la privacidad.

Souichi no tenía el valor ni la fuerza para mirarlo a la cara. Su corazón le dolía, entre tanto y tanto :o se expandía al punto de hacerle sentir sofoco o se reducía hasta casi dejarlo con un sentimiento inaguantable de vacío y descepción. El suave céfiro hacía que las ebras de su cabello danzáran frente a sus ojos, causándole cosquillas en la frente, nariz , párpados y pómulos.

Estaba haciendo calor ,pero su cuerpo temblaba como si se sintiera destemplado. Retorcía los dedos de una mano con la fuerza de los de la otra, preso de los nervios.

- ¿ Siquiera sigue significando algo para tí? - preguntó desafiante y sin delicadeza alguna -. Para tí podrá ser tu esposa muerta, pero para mí es y siempre será, mí madre.

- Hijo ..¿Porqué me preguntas algo tan absurdo? -le reprochó algo ofendido- Por supuesto que tu madre significa algo para mí, ella era el amor de mí vida.

El joven chasqueó la lengua y le sonrió de soslayo.

- Por favor papá, los últimos años de vida que le quedaban nisiquiera pasaste las fiestas con nosotros. Solo te presentaste para los cumpleaños - endureció su expresión y la sonrisa se le borró -. Preferíste ir a cazar mugrosos y diminutos insectos antes que compartir un tiempo más con la mujer que ,según tú, era el amor de tu vida.

El expresión del siempre sereno hombre se endureció un poco.

- Cuida un poco esa boca Souichi - reclamó intimidante, pero sin una pizca de enfadó en su voz -. Podré haber sido bastante insensible por mí manera de hacer las cosas, pero soy tu padre y merezco respeto. Si haces buen uso de esa mente privilegiada con la que naciste y que tanto formaste, entenderás que no hay científico ni persona más auténticos que aquellos que saben respetar y comunicarse con esa importante virtud.

- Estoy hablando de la manera más calmada que le puedo permitir a mí cordura - comunicó, chirriando los dientes de forma casi silenciosa - ; el respeto es algo que se gana, no basta con merecerlo... Además, si fuera el tipo de persona que describes te aseguro que no estaría manteniendo ni él 40% del volumen de voz que estoy usando ahora.






Tetsuhiro

Le dirigió una de sus mejores miradas serias de alerta roja. De verdad que amaba con locura a ese hombre ,pero a veces de verdad que le costaba aferrarse a ese amor y no decir lo que pensaba sin filtro alguno. De no estar tan caído por él, seguramente le habría apartado hacía una esquina para reprocharle y decirle algo como: "¿Que mierda Souichi?!!"

Pero simplemente ...estaba demasiado seguro de que aquél tema puesto en la mesa no era ,ni de lejos, de su incumbencia.
¿Que pintaría él ahí, dándole consejos y siendo intermediario de esas dos personas puntuales? El conflicto llevaba años gestándose, y sí había algo útil que podía hacer ...era no estorbar ni intervenir (salvo claro, si se daba la casualidad de que Souichi perdiera los estribos y terminará llevando la conversación a niveles...bueno, físicamente más furiosos: violencia de por medio)

- Hijo ...- la tristeza se notaba en los ojos de el de cabello más entrecano -,por favor entiende. Yo no quise ser un padre poco presente.

Una larga risa amarga salió disparada casi al instante de los labios del de gafas. El aire se cortaba con sierra. Empezaba a sentir que sería bastante sensato retroceder unos pasos; Souichi estaba comenzando a inquietarlo a una altura considerable.

R A Z O N E SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora