Capítulo 37: El tiempo todo ... olvidadlo

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   Hubo varias conversaciones más que tuvieron lugar luego de aquella. Conversaciones que fueron desde un enfoque diferente.

  Ya no todo se trataba del hecho de que Tetsuhiro tenía que hablarles. Sino, que los posibles desenlaces que quizá tendrían lugar tras el desarrollo de la reunión, eran el punto más importante a tener en cuenta al momento de suceder todo.

– ¿Y si comienzo preguntandole como han estado? - propuso el azabache, notablemente extenuado ya por andar pensar tanto en lo venidero.

Lo peor era que el pesimismo del mencionado le estaba haciendo creer que cada plan que azotara en su cabeza era una mala idea.

– No es mala idea - reconoció el otro allí presente -. Es mejor que comenzar por el lado malo de ...- luego de la pausa, silabeó cada palabra- de todo - carraspeó apenas vió la expresión pensativa del ojiverde, puesto que este seguro estaría pensando en cualquier cosa ... Menos en algo agradable, era seguro -. En fin, supongo que lo mejor será no sobrepensar tanto las cosas. Nos basta con tener en claro que es lo que ellos han hecho, y el motivo por el que es inefable que carecieron de altruismo al actuar en respuesta a tí.

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Tetsuhiro

Ya era capaz de notar al aire batallando para salirse de sus pulmones, mucho más rápido de lo que el mismo lo hacía para entrar.

Nunca, ni siquiera cuando medía menos de un metro de estatura, le habían parecido tan grandes e imponentes unas puertas de cristal.

Ya estaban frente a la entrada del hospital, con Souichi a su lado. Pese que el calor de esa mano le brindaba seguridad, Tetsuhiro estaba comenzando a entrar en pánico.

Algo muy dentro de él le gritaba con gran potencia de convicción, que lo peor que podía hacer era no dar media vuelta y caminar a la estación de trenes más cercana.

– Recuérdame la razón por la que vinimos hoy... - le suplicó a su acompañante, de estatura un poco menor a la de él.

– Estamos aquí porque decidimos que ésto se haría algún día de esta semana ¿Recuerdas? - respondió. Era notable que se contenía la totalidad de la irritación que le bullía tras verse en ese sitio -. Puedo asegurarte que odio venir tanto como tú, pero si no lo haces cuanto antes ... algún día ya no tendrás más días para poder postergarlo.

Se le hizo un nudo en la garganta. Si ya se había decidido a que lo haría — y se preparó mentalmente en varias ocasiones durante esas semanas—, lo mínimo que podía hacer en ese momento era ... No dudar y acercarse hasta la habitación donde su padre estaba.

Cabía tener en cuenta que dado a que ambos habían abandonado sus respectivas actividades rutinarias, para hacerse un espacio y venir hasta allí, al menos tenía que hacer que valiera la pena ... Por Souichi al menos.

Era algo que él debía hacer, algo que era parte de su vida aún... Algo de lo cual no iba a discrepar bajo ningún termino. Pero el hecho, e incentivo, de que ambos estaban allí para enfrentar su problema; le daba un poco más de seguridad a cada paso que daba.

Una vez adentro, el mayor en edad se encargó de hablar con la enfermera a cargo de la recepción. Mientras tanto, el menor aguardaba en los asientos de atrás, esperando por el veredicto del de gafas.

R A Z O N E SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora