Capítulo 2: Chantaje fallido

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Souichi

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Un delicioso aroma abriéndose paso en sus fosas nasales fue lo que logró despertarlo. Maldijo, se sentía muy descansado .Seguro había dormido varias horas, y se suponía que debería haberse despertado temprano para intentar seguir su tesis de doctorado.
Una actitud muy poco profesional de su parte.

Meh, ¿Qué más daba? Aún tenía algo de tiempo.

Acompañándose de un ruidoso y largo bostezo, se sentó a un costado de la cama en lo que ,a tientas, buscaba sus gafas. Y si cual robot u persona poseída se tratase, se dirigió hacía la cocina.
El café de Morinaga causaba ese efecto en él: adormecía y relajaba sus sentidos, y lo llamaba como flores a abejas. Ensanchando la nariz , trató de profundizar aquel exquisito olor; mientras buscaba con la mirada la silueta del responsable de éste.

-¡Buen día Sempai !- lo saludó el moreno, con su amplia sonrisa habitual - en un momento estará listo su café.

-Buen día...- contestó sosa y vagamente, intentando sacarse su somnolencia. Miró hacía la mesa detrás de él ojiverde y reprimió una mueca de disgusto.

Listo. Ya estaba despierto.

Pero a la mierda eso de hacerlo despacio y ameno...

-¿Qué hora es?- preguntó ,sobando su entrecejo con sus dedos.

-Las 9 - le respondió este último, depositando tres tazas de café sobre la mesa.

<<Las 9 de la mañana...>> Pensó << y éste bastardo está recostado y babeando sobre uno de los muebles favoritos de mi difunta madre>>

- Oye idiota -le recriminó- no babées sobre esta mesa; vale más que tu entrometido trasero.

- Hmm? - balbuceó éste, que trataba de despegar sus ojos. Al  incorporarse, ya consciente y con el sueño algo disipado, lo miró y sonrió.

- Disculpa Sou-kun, no sabía que tuvieras apego por el amoblamiento - musitó, con una pena más falsa qué moneda de 3 ¥. El hombre frente a él chasqueó la lengua.

- Si vas a fingir pena, por lo menos quita esa cara de payaso; me irrita .Y ahórrate los comentarios innecesarios, estás en mi casa.

El recriminado desvío la mirada cuando su contrario se volteo, y susurró entre dientes.

- Por lo menos irritante y no irritable- giró los ojos.

El otro bufó, tratando de desviar la vista hacia Morinaga para intentar aplacar su creciente disgusto.

- Fingiré que no oí nada - sonrió maliciosamente -... solo porque no quiero dejar a Tomoe sin padrino de bodas.

El agredido se dió el lujo de un canturreó - Yo creo que el que debería ser más educado aquí deberías ser tu Sr.Tatsumi - sonrió ,con micro aires de juguetón - después de todo no soy el que está tratando de proteger su orgullo aguantando a una persona que aborrece.

El mencionado pareció tener un tic en el ojo.

- Recuérdame porque sigues aquí , ¿No deberías haber vuelto al hotel ya? El sol salió hace 3 horas.

Isogai suspiró, reposando la barbilla en su mano.

- En efecto Sou-kun , debería estar ahí ya, pero los encargados aún no consiguen mi repuesto. Además, es agradable la idea de pasar un poco del fin de semana con alguien más. Todos mis amigos están ocupados.

El de ojos ámbar se estremeció. No le gustaba nada a dónde iba la conversación.

- Y ,por lo que puedo ver ...- continuó Taichirō, mientras su sonrisa se hacía muy evidente- no parece que ustedes tengan alg_

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