R A Z O N E S

Capítulo 8 : Una curiosa complicidad

Kanako

La joven se encontraba paseando por su habitación ,sin poder dormir.

¿Isogai-san no estaría ocultándose nada, no? Se suponía que tenían el acuerdo de contarse todo lo que averiguaran de aquellos dos... pero algo le estaba oliendo sospechoso desde hace rato.

De tanto sobrepensar aquellas posibilidades que profanaban su mente, comenzó a dolerle la cabeza y le dió sed, por lo que se dirigió a la cocina para buscar un poco de agua.

Mientras se desplazaba por los pasillos iba refergandose los ojos con la manga de su kigurumi* de oso, cuando algo la hizo detenerse.

Voces. Voces susurrando.

Una puerta abriéndose.

Veloz y sigilosa, cual víbora, se asomó por la esquina de la pared. Justo a tiempo para ver la puerta principal cerrarse.

<<¿Hmm?, ¿Ni San habrá salido?>> Se cuestionó para sus adentros << que raro...el es quisquilloso con los horarios de sueño. Nunca se acuesta más tarde solo porque sí>>

Asomó la mirada a través de la ventana que estaba al costado de la entrada. Y vió sorprendida como su hermano y Morinaga -San se iban caminando.

Volteó un par de segundos y observó el reloj de la pared.
2:32 a.m.

¿Que hacían aquellos dos saliendo a esas horas?

La chica comprendía que por ser adultos no había mucho problema en que salieran tan tarde. Pero ..¿Sin avisar?¿Y sin siquiera una nota por si se quedaban a dormir en otro lado?

Decidida puso la mano en el picaporte y lo giró. Cerrado.

Esos dos habían cerrado y se llevaron la llave.

- Curioso -murmuró divertida -muy curioso...
Mañana se lo contaré a Isogai-san jiji.

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Souichi

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(A la siguiente mañana)
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- ...Y eso fue lo que pasó- le cuchicheó la castaña a Taichirō.
- Bueno, no es de extrañar. Antes de que llamaras me lo crucé en la calle y tuve que gritarle para que no se llevara puesto un poste.
- Jejeje ¿De verdad? -indagó con gracia.
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El ver a su hermana compartir risas con aquél irritante espécimen lo irritó bastante. Estaba por llamarla para que viniera a su lado y se alejara de es escoria ,cuando el brazo que había levantado fue bajado suavemente por la mano del menor en edad.
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- Tranquilo Sempai, sólo están hablando.

- Sili istin hiblindo- le remedó irritado y en tono de mofa.

- Vamos, no seas así. Yo no puedo puedo evitar que hables con chicas de la misma manera en la que tú no pued_ ¡AY! -exclamó adolorido. Sin ningún tipo de aviso ,cierto pie de un hermano furioso fue a aterrizar de una manera "poco delicada" al suyo.

- ¡CIERRA EL PICO! - le gritó en voz baja - ¡Esa comparación que haces no es justa! ¡Tu eres un idiota y ella es mi hermana!

- ¡Oye..! No era necesario que seas tan cruel -se quejó éste, usando el mismo tono.

- ¡NI-SAN MALO! ¿POR QUÉ GOLPEAS A MORINAGA-SAN! - objetó a lo lejos la persona que era motivo de la discusión -¡SI TE VEO HACERLO UNA VEZ MÁS LE DIRÉ A PAPÁ LO VIOLENTO QUE TE HAZ VUELTO!- el sermoneado hizo caso omiso a la amenaza - ¡...y te obligaré a qué escuches cada detalle sobre sus recientes viajes, con moños rosados en el cabello y atado a una silla! -bingó, desde el lugar donde estaba pudo ver perfectamente como, a lo lejos, su hermano reprimió un escalofrío.
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- ¡ABSOLUTAMENTE NO! -gesticuló alarmado, con su mirada de "alerta roja" perfectamente expresada.