Capítulo 14: Hiroto-Kun

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¿ Preparad@s ? (PD: la imagen no es mía, créditos a su respectivo autor)

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Glosario: ( La traducción no es literal, es solo para que puedan comprenderlo )

Ienikaeru: "Estoy en casa".

Okaerinasai: "Bienvenido"

Genkan: (En Japón y otros países orientales, es la entrada de la casa ,que está un pequeño nivel por debajo del suelo, [como una escalinata al suelo superior] y es el lugar donde se ponen los zapatos )

Genkan: (En Japón y otros países orientales, es la entrada de la casa ,que está un pequeño nivel por debajo del suelo, [como una escalinata al suelo superior] y es el lugar donde se ponen los zapatos )

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Tetsuhiro

Cerró la puerta a sus espaldas y se retiró el calzado de los pies, colocándolo sobre el genkan* de forma que mirara hacia el exterior.

- ¿Senpai..? -llamó ,apenas levantando la voz. Souichi tenía buen oído, por lo que no hacía falta forzar demaciado el habla - Ienikaeru*...

- Okaerinasai* Morinaga -devolvió el saludo, en lo que asomaba la mitad del cuerpo al costado de la pared.

- Hola...-repitió con beatitud, e hizo un ademán de brazos para abrazarlo. El otro solo dijo un "Oye..." desganado ,como única y débil protesta.

Mientras saboreaba con detenimiento aquel satisfactorio y cercano contacto con él, su nariz comenzó a reaccionar ante un estímulo casi tan agradable como aquello.

- Mmm...- olfateó con los ojos cerrados, apreciando el exquisito aroma dulzón del ambiente- Senpai...¿Que huele tan bien?

- Ven - contestó éste -es algo que acabo de ...de aprender a hacer.

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- Tienes que estar bromeando ...

- ¡Oye! -replicó el peliplata- ¡Me tomé el tiempo de hacerlo y tú solo dices eso? Y luego el tirano soy yo.

- Disculpa Sempai...es que ...parece tan irreal el imaginarte cocinando esto ..¿Matsuda-San no está aquí, verdad?

- Por trigésima quinta vez : NO ,la señora Matsuda no esta aquí. Dame un respiro ...- reclamó con ligera aflicción.

- Perdón Senpai- se disculpó muy apenado- estuvo mal reaccionar ...lo lamento. Muy bien ,-comenzó a decir con ímpetu ,para romper aquella incómoda aura tensa que él mismo había provocado con su insensibilidad- veamos que tal sabe.

El de ojos ámbar suspiró y lo miró fijo, atento a cada una de sus reacciones.

-¡ Mmm...! -bisbeó con sorpresa- ¡Senpai estos panqueques americanos están tan ...!

- ¿...Ricos?- sugirió el aludido.

- Ricos no, DELICIOSOS- aduló en fascinación, robándole al mayor en edad un pequeño sonrojo y minúscula sonrisa. Cualquiera podría decir que de aquellos ojos verdes salían brillos, y los ámbar no podían evitar reflejarlos.

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