013. 𝖺 𝗉𝗋𝗈𝗆𝗂𝗌𝖾 𝗍𝗈 𝗍𝗁𝖾 𝖽𝖾𝖺𝖽

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CAPÍTULO
TRECE

"una promesa a los muertos"

"una promesa a los muertos"

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Ir a visitar a Tony me quitó dos horas de sueño así que cuando el teléfono comenzó a gritar antes de que saliera el sol quise lanzarlo por la ventana. Aunque fue peor al tratar de estirarme para alcanzarlo y terminar cayendo de la cama.

El teléfono dejó de sonar, pero ya me había despertado. Quité las sábanas que se habían quedado enredadas en mis piernas antes de cerrar los dedos alrededor del aparato averiguar a qué se debía la molestia.

Un mensaje de texto por parte de Margaret me pedía con insistencia que fuera al complejo de los Vengadores cuánto antes. Esa no era la gran cosa, sino el "Tony está aquí" lo que de verdad me hizo dar un salto casi a la carrera y empezar a prepararme para salir.

No pude sacarme de la cabeza que tal vez mi visita anoche lo dejó con la duda de tratar. De todos modos no me detuve en eso, pues todo en mi cuerpo parecía saber lo que estaba pasando. Me temblaban las manos, el corazón me latía acelerado, y la sonrisa era muchísimo más grande de lo usual.

No debería hacerme ilusiones, pero estábamos hablando de Tony Stark. Si él no conseguía esto entonces nadie iba a poder.














— ⚓️🔪 —













Al dar un paso dentro del complejo fui recibida por una mirada extrañada de parte de Margaret. Señala mi cabeza y es cuando noto la bola despeinada que en realidad era mi cabello.

—Perdón, vine casi corriendo. —dije haciendo mi mejor intento por arreglarme.

Por suerte no me molestaba tener este aspecto. Ya no había nada que me pudiera avergonzar más delante de los Vengadores.

—Esperamos que en los próximos días vayan llegando los demás. —informa con los brazos cruzados.

Tenerla tan cerca después de muchos meses se me hizo raro, como cuando tienes la imagen de alguien en la cabeza y al verlo se te hace todo muy irreal. Pero la cosa es que cada quien quiso seguir con su vida al darse por vencido. No habían razones para seguirnos viendo tan a menudo a menos que fuera estrictamente necesario.

—Y... ¿estás segura de esto?

Margaret se encoge de hombros largando un suspiro.

—Quisiera no ilusionarme tan rápido. —explica bajando la mirada. —Sabes que me fue muy difícil superar la pérdida, y ahora que me siento estable viene esta avalancha de posibilidades. Lo malo es que no sabemos si funcionará.

𝗔𝗡𝗖𝗛𝗢𝗥 | 𝖻𝗎𝖼𝗄𝗒 𝖻𝖺𝗋𝗇𝖾𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora