Capítulo 18

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Cuando llegaron, Morgan y Pepper salieron a recibirte y la niña te dio un abrazo del cual no pudiste separarte hasta que Pepper la convenció de separarse para enseñarte tu habitación.

Vaya que su casa era más grande de lo que parecía. Les habían preparado una habitación a cada uno, estaban juntas por si necesitabas algo.

No eran habitaciones enormes, pero tenían el espacio suficiente para una cama, un pequeño clóset y una mesita de noche.

Habían recuperado algunas cosas tuyas después de la explosión.

Algunas de ellas medio destruidas, pero por lo menos el caballo de madera que te había regalado Thor y el peluche de Pegaso habían sobrevivido, además de varias fotografías de cuando eras pequeña, aunque algunas tenían una orilla medio quemada, seguían vivas.

Y un peluche de los que habías ganado con Pietro en la feria y la tira de fotos también había sobrevivido, igual, un poco quemada, pero ya no importaba.

Esas fotografías eran las que más te importaban.

Estabas pensando ponerlas juntas en algún lugar, como una línea del tiempo desde que llegaste a la familia de los Vengadores hasta ese momento. Y esas eran las más valiosas.

Una que tomó Jarvis el primer día que llegaste a la torre con los “seis originales”, eras apenas una bebé, otra que tomó en secreto por orden de Banner y Stark del día que Thor y Loki te cuidaron, de tus cumpleaños, y las últimas que habías sacado en la batalla final con Thanos.

--Bueno, T/n, si quieren terminar de instalarse, nosotros vamos a terminar la comida. -Dice Pepper saliendo de la habitación-.

--Gracias.

Pues en realidad no tenías nada que acomodar, más que la flor que Pietro ya había puesto en un vasito con agua, las cartitas de Morgan y las fotos que Nat había sacado de tu teléfono y habían impreso, las de la batalla final.

Te reíste cuando las viste en la mesita al lado de tu cama en el hospital, siempre sí habían sido importantes.

Saliste del cuarto al baño antes de ir a comer y antes de salir, te viste en el espejo.

No lo habías hecho en el hospital y no tenías idea de cómo te veías.

Vaya, estabas… bueno… tenías una quemadura extensa desde el brazo hasta la mitad del cuello que se veía un tono más oscuro cicatrizado que se extendía casi a la cara.

--T/n, deberíamos ir a comer… Oh. Lo siento, no te dijimos nada…

--No pasa nada, sólo es un poco impactante.

--Lo siento, pero… tú te sigues viendo igual de hermosa, eso no va a cambiar nunca para mí, pase lo que pase.
Eres bella y hermosa como ninguna otra que haya visto o veré en mi vida. Podría apostar mis poderes a eso.

--Ay, Pietro… -Se acercó a ti despacio para luego tomarte por la cintura y acercarte poco a poco a él al punto que podías sentir su aliento.

--Te amo.

--Yo te amo más. -Dices antes de besarlo.

Tuviste que ponerte un poquito de puntitas para poder alcanzarlo, pero entonces él te tomó de la cintura y te levantó como cuando te llevaba corriendo a algún lado y terminó por sentarse en la cama. Casi estabas recostada en él…

--Mi mami me dijo que viniera a decirles que la comida ya estaba lista. -Dice Morgan inocentemente desde la puerta-.

--¡Mini! -Dices separándote lo más rápido que pudiste de Pietro-. Sí, ya vamos, gracias linda.

No lo vi venir - Pietro MaximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora