21. Desahogo

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Cada vez el nudo en su garganta aumentaba, impidiendo que soltará alguna palabra, pero sabía que sí apenas abría su boca para pronunciar algo sus lágrimas saldrían a mares, sin detenerse por un buen rato y volver a sentir el camino húmedo en sus mejillas. Y eso era algo que no quería que pasara, por lo menos no hasta que llegara a su casa para encerrarse en su cuarto y poder soltar todas las lágrimas que aguantaba y los quejidos que solo podría soltar en compás con sus llantos.

No sabía que hacer, se sentía abrumada por la situación, literal no podía hacer nada, solo esperar... esperar a que todo mejorará.

Pero sabía que eso no iba a pasar pronto, ese sentimiento la seguiría invadiendo por un tiempo. Y no podía irse y ya, esa no era una opción, no podía irse hasta que todo mejorará.

Era un sentimiento horrible el estar totalmente pérdida, no poder hacer nada o decir algo, pero tampoco le gustaba estar así... Llorar varias veces a la semana, ahogar sus pequeños gritos cortantes y desesperados en una almohada, pero era lo único que podía hacer.

Al llegar a su casa dejo las llaves y sin ánimos de lavar los trastes que dejó en la mañana se fue directo a su cuarto, despojándose de su suéter y sus zapatos, para hacerse bolita en su cama y quedarse dormida con los ojos llorosos. Pero un sonido en el departamento la asustó, era el sonido del inodoro del baño.

-Kyoko, ¿Ya llegaste?- escucho la voz de su pareja del otro lado de la puerta del baño.

Se asustó y trato de limpiar las pequeñas lágrimas que lograron escapar durante su camino, no quería que la viera así. La puerta del baño se abrió y de este salió un albino, la vio que se dirigió a la cocina y la siguió para poder saludarla.

-¿Cómo te fue?- le pregunto mientras se acercaba para abrazarla, la contraria solo agarró la esponja con algo de jabón para comenzar a lavar los trastes y contestó algo cortante a su pareja, algo que lo dejó sorprendido al ojiazul, habían pasado semanas desde que se vieron y esa no era la actitud que ella solía tomar cada vez que llegaba. Se trató de asomar para ver su rostro, pero el cabello de Kyoko se lo impedía- ¿Qué te pasa?- pregunto preocupado.

-Nada- con apenas un hilo de voz que la dejaba el nudo en la garganta le contesto, el contrario tomo con sus dedos delicadamente la barbilla de la femenina y la volteo ligeramente a su dirección para ver las pequeñas lágrimas que recorrían sus mejillas y esos ojos que siempre le encantaron se encontraban cristalizados, tanto que sabía que con un pestañeo saldrían todas las lágrimas.

-No me digas que nada- paso con su dedo las lágrimas que ya se encontraban en sus mejillas- Deja eso y acompáñame.

La jaló ligeramente de la muñeca para que lo siguiera a la habitación que compartieron varias veces. Al llegar, la cargo y junto con él la depósito en la cama, una vez ahí le pidió que le explicará lo que pasaba. A los pocos segundo la chica soltó las lágrimas acumuladas y cuando se tranquilizó le explicó todo, llegando a soltar llantos durante la explicación y en unas parte su voz se entrecortaba, ya que el nudo seguía en su garganta, ya no como al principio, pero seguía presente.

Al terminar de explicar, el albino la abrazo fuertemente y que se descontarán lentamente en la cama.

-Siempre estaré aquí- le susurró, la femenina rodeó sus brazo sobre ele cuerpo del contrario con fuerza, esperando que nunca de separara de él y otra vez sus lágrimas salieron mientras que su pareja le depositaba pequeños besos.

Aunque no encontraba una solución a su problema, sabía que podía contar con Satoru para por lo menos poder desahogarse y estaba bien con eso, ya que no podría soportar todo eso día tras día, por lo menos podía olvidarlo cuando esos enormes brazos la abrazaban para proporcionarle calor y cariño.

✧*。

Hola, lo siento mucho bpor la inactividad, pero la verdad he tenido unas semanas complicadas, aunque diciembre lo fue más, literal casi todos los días del mes estuve llorando más de una vez, lloraba como tres veces en esos días.

Y aunque las cosas estuvieron mejorando, no se iba del todo y otras circunstancias salían, por lo que me sentía abrumada y cansada. Este one shot lo escribí por eso y porqué literal acabo de llorar y creo que ahorita seguiré llorando.

Pero bueno, trataré de terminar lo del especial que les debo desde hace mucho, pero no prometo tenerlo pronto.

Recuerden que vamos a tener días así u está bien llorar y hablar con alguien, lo que importa es desahogarse, para que todo eso no sea demasiado pesado para ti y terminar mucho más agotado de lo normal, a mí me pasó que me dolía la espalda, ya ahorita hago una corta actividad que me ha estado ayudando con eso, ya no siento ese dolor. Tienen que ver por su salud, por favor.

Cómo fue un one shot rápido y que acabo de escribir no hay imagen y tampoco separadores, lo siento por entregarlo así, pero lo hice especialmente para sacar todo esto.

Saludos y cuidense mucho ♥️✨

One Shots - Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora