10: Maestro de magia

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En la mañana camine buscando alguna pista sobre la academia mágica pero como el día anterior no encontré nada.

Camine sumida en mis pensamientos sin mirar por donde caminaba,choque y caí al suelo.

—Mira por donde vas,tonta — una niña rubia de ojos violetas o rosas oscuro,vestía las ropas más finas y hermosas posibles,un vestido de color azul oscuro,su rostro era hermoso pero tenía una expresión de disgusto, parecía de mi edad o quizás un año menor.

—Perdón — murmuré una disculpa e intenté pasar de largo pero ella agarró mi brazo para evitar que me aleje.

—Arrodillate — la rubia apretó mi brazo aún más fuerte enojada.

—Ya te pedí disculpas,ahora suelta mi brazo — moví mi brazo y me liberé pero antes que pueda seguir mi camino me dió una bofetada.

Le devolví la bofetada y la rubia se quedó en estado de shock,dos sirvientas se acercaron apresuradas y vieron la marca de la bofetada que la había dado a la maleducada.

—Tonta — me fui orgullosamente pero la rubia agarró mi cola y la piso.

Me recorrió mucho dolor y eso me enojo ya que esa rubia maleducada no tenía cola para saber el dolor que era que te pisarán la cola.

—¡ERES UNA TONTA! — solté un grito bofeteando a la rubia que se enojo y cargo sobre mi.

Esquive fácilmente los torpes ataques de la rubia,luego le di un golpe en las costillas y después la dejé inconciente tirada en el suelo.

Me fui verdaderamente está vez y milagrosamente conseguí mi desayuno, almuerzo,y cena por todo el día.

Cuando pensé que ya no encontraría nada un montón de niños uniformados corrieron a mi lado,todos y cada uno de ellos parecían nobles así que los seguí.

Después de correr un rato llegamos a un gran palacio con grandes jardines,y más niños,todos con un hermoso uniforme negro y practicaban magia.

«Bingo,lo encontré casi sin querer» me reí y me quedé escondida en los arbustos hasta que decidí que era suficiente y me fui recordando el camino.

Ya en la ciudad me di cuenta de algo,no podría conseguir trabajo si tenía las orejas y la cola a la vista.

Las escondí y me dirigí a una tienda cualquiera,mire la tienda y era una tienda de ropa,la dueña de la tienda era una señora anciana que parecía amable.

—¿Buscas un vestido?,para una niña tan bonita como tú cualquier cosa le quedaría bien — la anciana me miro mientras me dirigía directamente a ella.

—¿Como puedo conseguir trabajo? — me pare sobre un taburete y mire más de cerca a la anciana.

—¿De verdad quieres trabajar aquí?¿No crees que eres un poco joven para esto? — la anciana pareció dudar y preocuparse.

«Si,a mis todos poderosísimos 26 años» pensé suspirando internamente esperando que tuviera al menos un poco de pena y me deje trabaja al menos limpiando el piso.

—¿Si quieres te puedo hacer mi aprendiz? — la anciana sonrió amablemente.

—¡¡SI!! — salte del taburete y me caí al suelo pero me levanté y me puse manos a la obra.

La anciana sonrió misteriosamente pero me guío a la parte trasera de la tienda,no había nada,hasta que mire alrededor confundida.

Luego todo fue negro,cuando desperté con un gran dolor de cabeza la anciana dueña de la tienda y lo que parecían ser traficantes de esclavos.

Los Mestizos Y La Princesa Asesina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora