05: Preparación

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A las 5 de las mañana estaba agotada,los cuatro estábamos muertos de cansancio.

—Vamos a presentarnos,soy Mei — sonrió ella con orgullo tocando su pecho.

—Fausto,pero por favor diganme Fa — Fa se recostó contra la pared agotado.

—Aoi — levante la mano acariciando mi cabello.

—Alexandru,pero mejor Alex — respiró agitado mientras las miradas de Fa y Mei se llenaron de sorpresa y luego de miedo.

—¿Eres ese dhampiro? — preguntó Fa acercándose algo temeroso Alex que fruncio el ceño.

—Si,también demonio,pero mejor no hablen de eso — Alex rasco su nuca incomodo por esa pregunta.

Una hora mas tarde estábamos en el entrenamiento con los altos rangos,osea los mejores de los mejores,si,ya me había dado cuenta desde hace un tiempo que esto sería mas difícil que nunca...

...5 años después...

Intente no caer del cansancio de nuevo por ese entrenamiento, no entendía como eran tan insensibles para poner a niños de 9 años para hacer esto.

Para mi fortuna era día libre y no tenía nada mejor que hacer,después de esa tortura estaba camino a mi antiguo orfanato.

—¿Aoi? — la anciana ahora con mas canas y arrugas en la cara me recibió con un portazo en mi cara.

—Abre la puerta vieja estúpida,vine a recoger mi colgante,no quiero nada que ver con ustedes — grite golpeando la puerta una y otra vez.

Luego mi colgante salio disparado por la ventana cayendo a mi lado.

«Al menos aún lo tenían» suspire para mis adenteres y lo recogí del suelo,jamas lo había visto mejor ya que era un bebé pero viéndolo mejor si es bonito.

Hecho con oro y tal vez plata y una que otra piedra preciosa de este mundo,en el centro tenía un fénix hecha de oro.

Me fui anonadada con la belleza del colgante,no paraba de mirarlo y eso de seguro le llamo la atención a unos ladrones.

Que lindo colgante —

—Debió de haberlo robado

—Otra huérfana ladrona

—Cuando la atrapen

—Espero que le corten las manos

Ignoré a esos chismosos y seguí mi camino hacía la mansión.

La noche cayo y ya tenía que estar en la mansión por lo que me fui corriendo.

Un viento helado me hizo estremecer y Fa cayó derrumbado al suelo con unos moretones por aquí y por allá.

—No vuelvas a intentar congelar algo — lo ayude a levantarse y mire el mismo colgante que yo tenía.

Ambos eran iguales.

Los Mestizos Y La Princesa Asesina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora