Extra: Estrellas

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—En realidad es muy oscuro — dije señalando el cielo que no mostraba ninguna estrella —¿Que te parece?

Aoi reflexionó un rato antes de echarse a reír.

—Es normal — dijo entre risas —¿Cuántas veces no lo hemos visto?

—Pero me sigue pareciendo interesante — me defendí pero ya estaba sonrojado por la vergüenza.

Pero aún más vergüenza me da tener vergüenza, no lograba entenderme pero ese es el punto.

—Pero aunque no las veas siguen brillando — mencionó con una gran sonrisa tomando mi mano.

Me fue imposible no morir de ternura y acariciar sus orejas, ella simplemente rio levemente y luego de un rato me dio un manotazo para que pare, invadir el espacio personal ajeno no es muy agradecido.

—Lo siento — me sentí muy avergonzado y mejor volví al tema de las estrellas —¿Sabías que cada constelación mayor está inspirada en los tres Dioses creadores?

Ella pareció pensar en un momento y luego asintió con la cabeza apretando más mi mano.

—Lenir, Zegros, y Edes — mencionó sus nombres con sentimientos encontrados y nostalgia.

Para sacarla de ese abismo de pensamientos me tomé el atrevimiento y decidí darle un pequeño beso, Aoi me miró, luego se ruborizó.

Su rostro estaba totalmente rojo, un tomate no se llegaba a comparar con el ardor de su rostro, fue gracioso y apreté suavemente su mano dándole un abrazo.

Llegó un momento en donde yo también se sonrojé y no supe muy bien qué hacer, así que rompimos el abrazo y seguimos caminando tomados de la mano.

Así pasaron las horas y la luna y las estrellas aparecieron lentamente hasta que el cielo encima nuestro parecía una galaxia.

No hablamos más después de eso, solo miramos las infinitas estrellas en el gran cielo.

Ese momento, fue simplemente...

Perfecto...

Los Mestizos Y La Princesa Asesina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora