35: Nos vemos de nuevo

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"A veces las personas más inesperadas hacen las cosas más inesperadas"

Rumiko y yo estábamos tomando té solo porque estaba obligada a visitar la mansión Kobayashi.

Takeo estaba en un viaje de negocios y mis medio hermanos en la academia en un exámen.

—Debe de tener mucha hambre srt.Aoi — Rumiko llamo a los sirvientes —la veo muy delgada así que debe tener hambre.

«Peso 41 kg tampoco que me esté muriendo de hambre,soy hija adoptiva de un marqués,e hija de una princesa y un duque,¿Piensas que no tendré para comer?» molesta procese eso pero acepté su oferta de comer ya que comida es comida.

White se paró a su lado y ronroneo muy contento con Rumiko. Nos sentamos para comer y de paso hablar sobre la vida. La reunión informal que estaba pasando ahora mismo solo éramos nosotras dos y nadie más,aunque pensando mejor se ve muy joven para ser una humana.

La mansión al estilo japonés y el invierno afuera me hacía sentir como en casa,la diferencia entre la mansión Runeash que era más al estilo europeo y la mansión Kobayashi que es más al estilo oriental japonés era evidente.

Comiendo y bebiendo tranquilamente me dí cuenta de un aroma dulce,Rumiko se dió cuenta y sonrió.

—Soy muy buena en este tipo de cosas...incluso puedo crear venenos muy potentes,es increíble eso — Rumiko sin darse cuenta dijo de más dejándome con la guardia alta.

—Venenos poderosos...¿dónde aprendiste hacerlo? — intenté ser amable con Rumiko pero podía ya que cuando se entere de seguro no lo tomara muy bien.

Con su kimono blanco haciendo diferencia con su pelo negro,era hermosa,muy hermosa,incluso tanto como Charlotte.

La conversación pronto se desvío hacía mi,la agradable conversación sobre mi me incomodaba un poco.

—¿Enserio,y como pasó su niñez? — Rumiko me dió una taza de té que acepte sin pensar.

«No muy interesante,primero en un orfanato y luego en una organización de asesinos,nada fuera de lo común» pensé contradiciendo mis palabras.

—La pase en un orfanato hasta que cumplí cierta edad y conocí a padre,no es gran cosa así que no me gusta hablar de ello — suspiré omitiendo la palabrería infinita de mi pasado que no sería para nada oportuno que el mundo lo sepa.

En la academia todos al parecer se olvidaron de los asesinos de hace años así esto salió mejor de lo esperado.

—Lo lamento mucho... — suspiró dejando de lado la tasa de té.

Después de la reunión con Rumiko estaba en la academia muriendo de frío mientras Fausto estaba como si nada.

—¿Lo llamo o lo dejamos? — Mei se siguió preguntando mientras se envolvía en ropa y me ropa.

—¿Realmente debemos estar muriendo de frío por él? — Alex siguió frotándose las manos que estaban congeladas.

—¡¿Hace frío?! — exclamé sorprendida.

—¡¡SÍ!! — me respondieron al unísono.

—Ah claro que mi temperatura corporal es muy alta — reí en voz baja y puse los ojos en blanco.

Cree una pequeña llama para calentarlos y llame a Fa que de mala gana de unió al grupo. Paseando por la ciudad Mei y Alex sufrían mucho gracias al frío.

—El invierno apenas comienza — Fa saltó emocionado por todo el frío y la nieve.

«No lo recuerdes» pensé apenada por los pobres de mis amigos que no tenían ninguna defensa contra el frío.

Los Mestizos Y La Princesa Asesina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora