15: Y un día de estos...

323 45 0
                                    

Perdí el aliento al chocar contra el árbol y Gerardo se precipitó contra mi con una espada real en la mano.

Me impulse y me lancé hacia hacía Gerardo sin pensar,a pesar de todo lo que me esforcé terminé golpeada y con unas cuantas costillas rotas.

Volví a mi habitación y cubrí los moretones con ropa para salir a la cena, mientras devoraba la comida Margarita parecía algo nerviosa.

—Es hora del baño — Margarita me llevo a mi habitación pero rechace amablemente la oferta.

Cuando me adentre en la bañera mi cuerpo se relajo y mi mente se quedó en blanco,estaba relajada sintiendo mi cuerpo en las nubes.

Después del baño y ponerme el pijama me tumbe en la cama que sinceramente era el cielo.

Necesitaba un día para dejar ese entrenamiento diario,la magia y el entrenamiento físico era agotador y me dolía todo el cuerpo.

Margarita irrumpió nerviosa y agotada jadeando.

—Srta.Aoi...rápido — ella agarró mi brazo y me llevo por los pasillos de la mansión.

—¿Pasa algo? — pregunté intentando no chillar de miedo.

—Llego su carta — Margarita estaba encantada y rió emocionada.

—¿No podías esperar a la mañana? — suspiré con enojo porque cada segundo de sueño era sagrado.

—Ni pensar — Margarita sacudió la cabeza y me llevo a la oficina de Hans que me esperaba con impaciencia.

Era obvio que pasaría y al escuchar la confirmación de Hans solo sonrei estúpidamente,y mi mente se desvió al momento entre el anciano y la enfermera cuando hablaban abiertamente de matarme.

Luego paso al día que escuché el plan contra Hans así que decidí investigar porque era un objetivo para la organización.

—¿No estás contenta? — Margarita se preocupó al ver mi cara en blanco pero seguía pensando en todos los porque.

—Si,ahora tengo sueño... — fingí bostezar y me inventé una escusa pero la curiosidad me mataba por dentro.

Cerré la puerta de mi habitación con seguro y me dirigí directamente a la sala de archivos de la organización.

Aunque había perdido dos horas de viaje no me importaba con tal de descubrir la verdad y saber porque querían deshacerse de Hans.

—Aquí está — murmuré sacando la carpeta que era más ligera de lo que aparentaba.

Leí bajo la luz de la luna llena y no encontré nada raro,no habían crímenes o algo,estaba en blanco,pero escrito en pluma roja "no quiere cooperar" seguí leyendo pero nada más llegaba a ese nivel.

Lo deje tan cuidadosamente en donde lo encontré y no deje rastro para luego irme del lugar para llegar a la mansión dos horas después.

En total era cuatro horas de sueño perdidas cosa imposible...era impensable que haya perdido tanto tiempo de sueño solo para nada...ni el mejor pan del mundo podía llenar ese vacío mental por la falta de sueño...

...

—¿La despierto? — preguntó Margarita impaciente mirando el reloj que marcaban ya casi el medio día.

—Se veía muy agotada,Dejala dormir hasta que se despierte sola, además después de invocar a los príncipes imperiales es normal que este cansada — Hans terminó de firmar el papeleo y estiró los brazos también algo casado.

—Sr.Hans...¿Usted sabe sobre al ascendencia de Aoi? — preguntó Margarita preocupada.

—Era huérfana claro que no tengo ni idea — dijo Hans mirando a Margarita de manera interrogadora.

Margarita saco el colgante de su bolsillo y se lo mostró a Hans que no entendió.

—¿Lo compraste? — Hans señaló al colgante sin entender lo que me hablaba Margarita.

—No,es de Aoi,lo encontré mientras limpiaba su habitación y este es el emblema de la familia imperial del imperio Xurista,Aoi es una medio bruja... — Margarita puso cuidadosamente el colgante sobre el escritorio de Hans.

—¿Estas bromeando? — Hans se rió sin creer lo que Margarita le decía pero luego comenzó a dudar.

«Aoi logro hacer perfectamente la invocación del príncipe imperial de hielo al primer intento...Pensé que simplemente era suerte» pensó Hans mirando el emblema.

—Por favor busca Aoi — dijo Hans inclinando la cabeza y soltando un gran suspiró.

Unos minutos después Margarita regreso agitada y sin aliento con el pánico gravado en su cara...

...

—¡¡AH!! — salte intentando vencer a Gerardo pero con los ojos cerrados me estampó contra un árbol.

Con sus manos en mi cuello me estaba asfixiando rápidamente y perdía el aliento.

No podía escapar por más que quisiera y sentía como mi vida pasaba frente a mis ojos y moría nuevamente.

—¡¡SRTA.AOI!! — escuché un lejano grito que a mi parecer era de Margarita pero no estaba segura.

Use magia de naturaleza y las enredaderas detuvieron momentáneamente a Gerardo y me lancé sobre el.

Escondí un cuchillo en mi espalda y me lancé sobre Gerardo pero se dio cuenta de mi estrategia y me detuvo obligándome alejarme.

Me miró con ferocidad en sus ojos y casi me clava la espada,era inútil intentar hacerle daño.

Con magia de fuego esquive el ataque y quedé confundida pero rápidamente me recupere y seguí esquivando y atacando.

Terminé la tortura y me dirigí directo a mi habitación bañada en sudor y cansada.

Hans me esperaba con la mirada sería y Margarita estaba pálida y miedosa.

—¿Estas bien? — Margarita corrió a mi lado y acaricio suavemente mi mejilla.

—Si estoy bien,solo salí de aventura al bosque y me perdí un poco — inventé una mentira que parecía real pero ninguno pareció creerla.

Después de muchas mentiras se fueron sospechando un poco pero al final pude bañarme.

Me eché en la cama suspirando pensando en el gran problemón que tenía encima,si seguía a este paso moriría de un paro cardíaco como en mi vida pasada.

«Corazon de Rin tan estúpido,me dispararon en la espalda,en lugares no mortales,pero fue tan estúpido que decidió detenerse justo cuando quería abrazar a mi hermano,¡Que corazón tan inútil!» me moví inquieta en la cama desesperada sabiendo que mi muerte fue muy cruel,en especial ese corazón tan idiota que decidido que ese era el mejor momento para matarme.

Me tranquilice e intenté recordar lo aprendido en la organización,tenía que tener la mente fría y librarme de toda emoción,pero sabiendo que desde ahora me tendrían más vijilada no podía evitar sentir una punzada de remordimiento si algo le pasaba a mis amigos.

Así que me prometí a mi misma que algún día nos volveríamos a ver.

Los Mestizos Y La Princesa Asesina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora