Jugada del Destino

ALGO INESPERADO (Parte 3)

Ron y Harry se encontraban charlando al momento que Hermione entró a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Ambos se quedaron callados cuando la vieron llegar. Solo estaban ellos tres y dos alumnos de Ravenclaw sentados casi al final de la cuarta fila. Los chicos estaban sentados en la primera fila, en el segundo y tercer puesto. Hermione, quien no quería estar cerca de sus amigos, se sentó en el primer puesto de la tercera fila. Ella estaba tan ofendida por la broma que los chicos le habían jugado, que varias veces —después de que Draco la besara por primera vez— en su interior, los culpó por todo lo que había vivido con el rubio de Slytherin. Ella pensaba que de no haber sido ellos tan estúpidos al jugarle esa broma pesada no se habrían distanciado y no hubiera ocurrido nada entre ella y Draco. "Si ellos hubiesen estado conmigo, nada de esto habría pasado", decía ella para sus adentros. Esto la hacía estar más irritada y rabiosa contra sus mejores amigos. Se había distanciado de todos, incluso de Ginny.

Cuando por fin la clase terminó, Harry y Ron salieron para esperar por su amiga y así abordarla cuando saliera del salón. Estaban esperando y al notar que la chica no salía, se asomaron a la puerta. En ese momento vieron que Draco hablaba con ella y le puso un papel sobre su mesa. Se apartaron de la puerta para que el joven rubio no se diera cuenta que ellos lo habían observado. Cuando Draco salió, ellos estaban un poco retirados. Él los miro con una sonrisa de burla, pero no dijo nada y siguió su camino. Los chicos se acercaron y vieron que ella no salía. Ron iba a entrar, pero Harry le dijo:

—No, lo pensé mejor; vamos a esperar que salga, la seguimos y cuando llegue a donde sea que vaya, hablamos con ella. Si entramos ahora, tal vez nos dé una excusa para no hablarnos. Y ahora me intriga ese papel que le dio Malfoy.

—Nos vera, Harry. Sabrá que la estamos siguiendo y se enojará más.

—No, si usamos la capa de invisibilidad. La traje porque pensé que la podría necesitar.

—¡Fantástico! —dijo Ron.

Ambos chicos se envolvieron en la capa y esperaron que Hermione saliera. La chica aún permanecía dentro. Leyó varias veces la nota que le había dejado Draco, el mensaje decía: "Te espero en el mismo lugar de ayer. Es importante" La nota estaba impregnada con el perfume del chico.

Ella pensó en no ir, pero recordó las amenazas de Draco. Él poseía aquella esfera de cristal y había insinuado que la usaría contra sus seres queridos. Se aterró de solo pensarlo. Ella lo creía capaz de hacerlo. Al fin se decidió y salió a encontrarse con él.

Harry y Ron la seguían a cierta distancia. Cuando vieron el rumbo que tomó les pareció extraño que Hermione tomara aquella ruta. Pensaron que se dirigía a la cabaña de Hagrid, pero ella sabía que Hagrid no se encontraba en el colegio. Había salido hace días a ocuparse de unos pendientes y todavía no regresaba. Los dos jóvenes magos la siguieron sin hacer ruido. Cuando vieron que se desvió hacia donde estaban las piedras, ellos hicieron lo mismo, pero se apartaron y bajaron aún más para poder ver que hacía ella en aquel lugar. Su sorpresa fue mayor cuando vieron a Draco parado justo allí y a Hermione, quien se detuvo a su lado. Cuando vieron a los dos hablando, los chicos se miraron bajo la capa con aire de confusión y decidieron observar.

—Pensé que no vendrías.

Hermione temblaba y permanecía con la mirada clavada en el piso.

—¿Por qué no me miras?

Dijo esto y colocó su mano debajo de la barbilla de la chica y levantó su rostro suavemente hasta que sus ojos se encontraron con los hermosos ojos grises de Draco. Su cara enrojeció cuando lo miro y volvió a bajar su rostro.