VERDAD AMARGA (Parte 1)

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Llegó el día del examen. Hermione fue la primera en terminar y salió del salón de clases. Después de varios minutos, los alumnos comenzaron a salir. Draco terminó su examen, salió e hizo una señal a Hermione para que lo siguiera a donde siempre. A los pocos minutos, ella llegó al sitio donde él la esperaba.

—Hola —dijo la chica cuando llegó al encuentro del joven.

—Hace tres días que no hablamos, ¿y solo me dirás hola? Me has desplazado a un segundo lugar. Pensé que te sentías bien conmigo y que querías estar en mi compañía. Pero veo que solo yo estoy verdaderamente comprometido en esta relación. Siempre soy yo quien toma la iniciativa. Estas aquí porque yo te hice venir. Si quieres que esto termine, solo dímelo.

—Claro que no —se acercó al chico puso las manos alrededor de su cuello y lo besó—. No digas eso. Es solo que tuve que ayudar a los chicos y estudiar para el examen. Pero he sufrido por no estar contigo. Te prometo que hoy si pasaremos un rato juntos.

—Hoy no podré. Me toca hacer la guardia. Ninguno de los chicos me puede cubrir. Pero mañana te espero. No aceptaré una excusa.

—¿Estás molesto conmigo? Lo siento, no ha sido intencional.

—No es que esté molesto, sino que siempre hay alguien con quien debes estar o ayudar y me echas a mí a un lado.

—Intentaré no hacerlo de nuevo.

Hermione lo volvió a besar. A Draco le gustó que ella tomara la iniciativa. Le había salido bien su jugada de hacerse pasar por víctima. Quería tenerla bajo su dominio para poder llevar su plan a cabo exitosamente.


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Luego de esos días sin verse. Los jóvenes se encontraron nuevamente en aquel lugar secreto. Comenzaron como siempre, besándose apasionadamente, el deseo era cada vez más fuerte y más difícil de controlar, sobre todo para Draco, quien esta vez acarició un seno de Hermione. Pero cuando ella sintió la mano de él tocándola, lo detuvo en seguida y quiso levantarse del mueble.

—¡No, no, no, no! ¡Perdóname! Es solo que, no me pude contener. Deseo tanto tocarte. Además, eso es normal. Todos los novios lo hacen. Déjame acariciarte solo un poco. Te prometo que me detendré cuando tú quieras.

—Entonces... ¿ya somos novios?

—Por supuesto, preciosa. Creí que eso estaba claro.

—No me habías dicho nada. Esperaba que lo hicieras. 

—Bueno, ahora lo hago.

La besó para convencerla. Después de unos segundos volvió a acariciar sus senos. Esta vez ella lo dejó hacerlo. Ambos disfrutaron tocarse por primera vez.

—¿Te gusto lo que sentiste?

—Sí.

—¿Quieres sentirlo otra vez? Pero esta vez, desnudos.

—Hoy no.

—¿Cuándo? ¿Mañana?

—No lo sé. Tal vez sí.

—Entonces, será mejor que te vayas. No creo poder contenerme más. Además, ya tenemos suficiente tiempo como para estar aguantando este deseo que sentimos.

Los chicos se despidieron, Hermione se fue a su dormitorio. Draco entró al baño que había en ese cuarto y después bajó a su dormitorio. Allí pensó en que no faltaba casi nada para terminar con su plan. Sentía como si estuviera a punto de alzar un trofeo. Aunque no lo admitía, le gustaba estar con Hermione y ahora que la había tocado, aunque solo fuese muy sutil, tuvo sensaciones placenteras en su cuerpo y deseaba tenerla lo antes posible.

Jugada del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora