LA PRIMERA MUESTRA DE AMOR

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Lucius volvió más temprano del trabajo y encontró a su esposa en la sala de la mansión jugando con el pequeño. El recibidor estaba completamente desordenado con juguetes que el niño iba dejando por todos lados. Se acercó evitando pisar algunos de los cachivaches de su nieto para poder llegar a donde se encontraba su esposa. La saludó con un beso en la frente, como hacía desde que comenzaron los problemas entre ellos. Era el único acercamiento que Narcissa le permitía a su esposo. Este evitó al niño, quien estaba muy cerca de Narcissa. Ella no esperaba ninguna reacción positiva hacia el pequeño, de modo que no le extrañaba y tampoco le reprochaba tal actitud. Ellos habían tenido una fuerte discusión unos meses atrás cuando Lucius se enteró que Narcissa traería al bebé a la casa y más aún, cuando tuvo que aceptar que Draco o Hermione pisaran la mansión al tener que ir a buscarlo luego de terminar su día de trabajo. Su condición fue que no entraran a la casa. De modo que, tanto Draco como Hermione, recibían al niño en la entrada de la vivienda. Y, a decir verdad, eso era demasiado para Lucius.


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Dos meses después, Lucius, totalmente distraído leyendo el ejemplar del Diario El Profeta, no se percató que su nieto estaba muy cerca de él. El niño ya estaba comenzando a dar sus primeros pasos; aunque lo hacía con dificultad. Era sábado y Narcissa cuidaba del niño, motivado a que Draco y Hermione estaban terminando los preparativos para la celebración del primer cumpleaños del bebé. Solo se encontraban ellos tres en la mansión, ya que Narcissa había enviado a los elfos para que ayudaran a Draco y Hermione. 

Narcissa, deliberadamente dejó al niño en la sala con su abuelo, sin embargo, lo observaba con atención, escondida detrás de una columna. Hacía tiempo que quería propiciar un acercamiento y esa era la oportunidad que ella estaba esperando. El bebé dejó caer una bola transparente con la imagen de una lechuza que volaba en su interior. Ese era el juguete preferido del niño. Tal vez le gustaba por la infinita gama de colores que cambiaban en el interior de la esfera o por el sonido que salía dentro de ella, imitando el ulular del ave. El pequeño fue a gatas detrás de la esfera, que chocó con los pies de Lucius y se detuvo. El rubio mayor, ni siquiera lo notó. Eso no significó ningún problema para Narcissa, quien hizo levitar la bola y la colocó suavemente sobre las piernas de Lucius. El niño se aferró al sobretodo que llevaba puesto su abuelo para poder llegar hasta donde se encontraba su juguete. Al sentir algo sobre su pierna derecha, Lucius hizo su diario a un lado y se quedó más que sorprendido al ver a su pequeño nieto agarrándose de él para ponerse en pie. Lo miró como si fuese un animal peligroso del que hay que tener cuidado. Instintivamente, apartó la pierna donde estaba apoyado el niño y por poco lo hizo caer al piso. Pero con gran habilidad, lo agarró justo antes de que el pequeño pudiera caer. Lo tenía agarrado por los antebrazos y miró hacia todos lados, buscando a su esposa. El niño hurgó entre las piernas de su abuelo hasta que agarró la esfera. Fue cuando Lucius notó el juguete y le dijo:

—¿Con qué era eso lo que andabas buscando? Bien, ya lo tienes. Así que ve a jugar con... ¿Dónde diablos se metió tu abuela? —dijo, mientras miraba a todos lados en busca de Narcissa, quien, escondida detrás de la columna, reía complacida por lo que estaba viendo.

—¡Cissy! ¡Querida! ¡¿Dónde estás?! Necesito ayuda con... —guardó silencio, no sabía cómo referirse al niño. Ni siquiera sabía su nombre. Aún sosteniéndolo, lo observó con detenimiento por primera vez. Le recordó a Draco cuando era pequeño. Ver al niño, era ver a su hijo cuando tenía esa edad. Era exactamente igual al joven rubio. Parecía que lo único que tenia de su madre era la sangre que corría por sus venas. Un extraño sentimiento se hizo presente. Sin darse cuenta, Lucius estaba mirando con ternura a su nieto. Cuando se dio cuenta de lo que estaba experimentando, reaccionó y gritó esta vez:

Jugada del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora