El día domingo, Hermione llegó a La Madriguera junto con sus padres. Allí ya los esperaban todos. Fueron recibidos con mucho cariño por los Weasley. Mientras los padres de la joven hablaban con Molly y Arthur, el resto de los jóvenes estaban en el patio hablando y disfrutando de las bromas de los gemelos. Al rato, fueron llamados todos para compartir el rico almuerzo que había preparado Molly.
Después que ya todos habían comido, salieron a la sala y allí se sentaron a conversar. Arthur, como siempre, mostró mucho interés en los asuntos muggles y no dudo en preguntar al Señor Granger todo cuanto pudo.
Los jóvenes estaban también allí, pero decidieron salir al patio nuevamente y dejar a sus padres conversando en la sala. Pero cuando se dispusieron a salir, Hermione sintió un fuerte mareo y tuvo que sentarse de nuevo. Sus padres mostraron gran preocupación. Ellos habían notado que su hija no era la misma después que volvió de Hogwarts. Se mostraba retraída todo el tiempo. Siempre estaba pensativa y con una mirada triste. Tampoco había mostrado apetito y algunas comidas que antes comía con gusto, ahora le producían asco o simplemente las evitaba.
Harry y Ron se sentaron junto a ella, y olvidando que no estaban solos, le ayudaban a reponerse, pidiéndole que respirara profundamente varias veces y después exhalara. Hicieron todo esto, dejando en claro que ya lo habían hecho antes. Los padres de la joven, por supuesto que notaron eso. Pero fue Ron quien, sin ninguna mala intención, dijo:
—Así está bien. Justo como lo hacíamos en el colegio.
Harry lo miró dándole a entender que se callara, pero ya era tarde. Inmediatamente la sra. Granger preguntó:
—¿Esto ya te había pasado antes? ¿Por qué no nos habías dicho nada? —La señora Granger recordó que su hija se había sentido algo indispuesta después de finalizar su discurso.
Ron se sintió apenado y culpable al descubrir que no era la primera vez que la chica sufría de mareos. Hermione no pudo hacer otra cosa que responder:
—No es para preocuparse. Es por la presión que tuve estos últimos días, pero estoy bien.
—Debe verte un médico, hija. Te he notado muy pálida desde que volviste. Y ahora este mareo. Algo no debe andar bien.
—Estoy bien, papá. En serio. Ya me siento mejor.
—Pienso igual que tu padre, hija. Mañana te llevaremos al hospital para que te hagan una evaluación médica.
—En serio, no tienen de que preocuparse. Estoy bien.
—Tus padres tienen razón, linda. Debes ir al... como le dicen ustedes, al sanador muggle para que te revise. Yo soy madre también y entiendo la preocupación de tus padres por ti.
Hermione se disculpó ante todos y se fue al patio; Ron y Harry también salieron. El resto de los Weasley no supieron que hacer y se quedaron sentados en la sala con los mayores. Lavender, quien también estaba allí, miró a Ginny cuando vio a Harry y Ron salir con Hermione. Le hizo una señal para que ambas también salieran. Ella también sentía celos de Hermione por causa de Ron.
Ya fuera de la casa, Ron se acercó a Hermione y le pidió perdón por haber metido la pata. Sin embargo, la joven le dijo que no se sintiera mal. Era una situación a la que se tenía que enfrentar y no podía esperar mucho. Ya su embarazo estaba siendo notorio. La ropa le estaba empezando a quedar apretada y era tiempo de controlar su embarazo. Después de todo, ella había decidido confesarles su estado a sus padres al día siguiente. Solo era cuestión de horas para que todo quedara al descubierto. Estaba sumamente asustada y sus amigos lo podían notar en su mirada. Sentían dolor y compasión por el sufrimiento de su amiga y a la vez, sentían odio y resentimiento hacia Draco por su gran cobardía de dejarla sola en un asunto tan importante que les concernía a los dos. Estuvieron dándole muestras de apoyo y tratando de animarla. Cambiaron el tema cuando vieron a Ginny y Lavender acercarse hacía ellos. Pocos minutos después, el resto de los jóvenes Weasley también estaban allí con ellos.
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Jugada del Destino
FanfictionHermione y Draco sentían repulsión el uno por el otro. Sin embargo, surgió otro sentimiento más fuerte, desencadenando hechos trascendentales entre la joven pareja y el círculo que los rodea. La historia es mía, sin embargo, los personajes NO me per...