Estoy Enamorada De Ella (Molly x Andrea)

Capitulo #4

Andrea se encontraba apunto de rodar un comercial de comida rápida, estaba esperando a que otra chica termine su sesión de casting hasta que llegó su turno.

—¡Hola a todo el público hambriento de Brighton ¿Te mueres por probar unas hamburguesas deliciosas o tal vez por probar las mejores papas fritas? Pues entonces no pierdas tu tiempo, ve y come aqui en "Molly's Burger"— Andrea interpretó de manera perfecta todo el anuncio pero al llegar a la línea final algo se movió dentro de ella.

—¡Genial! Nosotros te llamamos aunque creo que de todas formas tendrás el papel— sonreía el director mientras guardaba su equipo.

Andrea salió del estudio y se dirigió a su vehículo, allí esperaba su chofer por una orden del destino próximo.

—Vamos a casa quiero descansar un poco— dijo con una voz pesada.

Habia caído la medionoche y Andrea seguía despierta sin poder conciliar el sueño, investigaba lo que más podía acerca del porque se sentía asi. Dialogaba consigo misma y se preguntaba si estaba siquiera al alcance de aquel amor deseado  incluso dudaba si Molly quisiera estar con alguien como ella. El reloj marcaba un número y este decía que el día, o en este caso que la noche ya habia terminado. Andrea se quedó totalmente dormida con ese último pensamiento.

Un nuevo día comenzaba para todos en el pueblo de Brighton, todo estaba en su lugar y completamente nada se encontraba fuera de lo común. Un lindo y cálido amanecer aparecía, acompañada de un cielo color naranja pastel, todo era perfecto.

En escena se nos muestra a una Andrea totalmente aseada y perfectamente lista para lo que sería su día de estudio con Molly, empacó sus cosas, su teléfono, su almuerzo y de inmediato se dirigía hacia la puerta. —¡Hey Cariño! ¿Vas a algún lado?— decía el Sr. Davenport mientras sostenia una taza de café en la mano.

—Bueno... Estaba por salir a la casa de un compañero para poder estudiar— sonreía de forma nerviosa.

—Pero tú nunca necesitabas ayuda de otras personas— respondió, algo dudoso—¿Acaso ocultas algo?

Andrea no estaba muy segura de contar sus verdaderas intenciones, pero si algo aprendió de Molly es a ser honesta siempre.

—Escucha Papá la persona con quien iba a estudiar es muy agradable y...

—¿Te gusta?— añadió de forma rápida, como si hubiera sabido todo desde el principio.

—Si ¿Cómo lo supiste?

Él se acercó, se puso a su altura y la tomó del hombro —Yo también me enamore de tu mamá a esa edad, incluso mentía con tal de poder verla.

—¿Enserio?

—¡Por supuesto hija! El amor te empuja a hacer cosas por esa persona especial, no te preocupes por el resto, mientras seas feliz no debe importarte nada— sonreía.

—¡Gracias por entender Papá!— exclamaba mientras le daba un abrazo.

—Entonces... ¿De quién se trata?

—Ah...

—Ya sabes ¿Quién es esa persona afortunada? Será Johnson, o tal vez alguien de la familia Breschia, vamos dime de quién se trata— dijo con una sonrisa gigante y desesperada.

Andrea no estaba segura si pronunciar aquel nombre, pero como su padre mostró cierto apoyo con lo que anteriormente dijo sentía que debia hacerlo, así que se armó de valor y con una gran sonrisa pronunció aquel nombre. —Se trata de Molly Mcgee.

—¿¡Molly Mcgee!?— sorprendido y a la vez alarmado de aquella respuesta aún no lo podia creer.

—Hija ella no es lo mejor para ti ¿Por qué no te interesaste en personas como los Roig o los Forbes— decía en un tono histérico.

—¿Cuál es el problema con Molly?

—No hay ningún problema es solo que ella no está a tu alcance ¿Comprendes?— dijo él.

Andrea un poco molesta por la respuesta contestó. —¿¡A mi alcance!? ¿¡Me estás prohibiendo salir con alguien solo por que su familia no es tan adinerada como la nuestra!?

—Cariño entiende, sabes que debo encargarme de que nuestro apellido y nuestra familia mantenga sus estándares. 

—¡Hace un momento dijiste que debia ser feliz sin importar que!— protestó Andrea apunto de estallar. —Intento ser feliz ¿Por qué no solo me dejan en paz?

El Sr. Davenport caminó hacia la puerta levantando sus manos como diciendo que nadie saldrá de aquí. —¿Acaso no eres feliz con lo que tienes? Actúa como una Davenport y piensa en tu futuro— preguntó de forma fría.

—¡Eso hago!— Andrea tomó sus cosas y lo quitó del camino—Si de verdad ambos pensaran en mi futuro tal vez serían mejores padres.

Aquellas palabras que salieron de Andrea fueron las últimas que se escucharon durante un rato. El Sr. Davenport la dejó ir sin nisiquiera intentar detenerla o regañarla, había entendido su error. Incluso recordó lo que sucedió en navidad algunos días atrás en la que un fantasma le enseñaba acerca de la verdadera importancia de esta festividad, pudo aprender que se trata de compartir y dar al ver que su hija no la pasaba muy bien a causa de las decisiones que el tomó.

Andrea se dirigía hacia la casa de Molly no sin antes comprar algo de antemano.

Entró a una tienda de regalos y comenzó a preguntar por una gran variedad de cosas que no tenian mucha relación entre sí, los mandó a envolver en papel de regalo y con ello otras cosas como alimentos e insumos. Al menos todo eso llenó por completo los asientos de atrás.

Andrea se encontraba en el asiento del copiloto aún investigando y anotando en su teléfono todo lo que podía. Su chofer estaba más que confundido, nunca habia visto que la señorita Andrea comprara objetos a montones, él pensó que lo más seguro es que lo iba a regalar. En lo más profundo de él se preguntaba ¿Por qué todo eso no es para mi? La verdad que se sentía con muy poca suerte.

Mientras tanto Molly y Scratch jugaban o mejor dicho, practicaban para la futura cita de Molly.

—Si te pregunta como luce ¿Qué deberias responder?— decía Scratch con muchas notas en las manos.

—¡Linda y radiante!— contestó Molly de forma casi instantánea, ella estaba sentada en una silla y Scratch preguntaba.

—Si van a algún restaurante ¿Quién debería invitar la cena?

—¡Yo por supuesto!

—Si siente frío...

—¡Le doy mi abrigo!

—Menciona algun cumplido pero que no sea muy atrevido.

—¿Sabes Andrea? Me gusta el café pero prefiero TENER-TÉ.

—¡Excelente! Parece que lo tenemos— decía Scratch con una sonrisa de estar muy orgulloso.

—¡Genial, dame esos cinco amigo!— ambos chocaron las manos en forma de amistad sintiéndose muy contentos y preparados.