Estoy Enamorada De Ella (Molly x Andrea)

Capitulo #3

Cuando las palabras salieron de la boca fantasmal de Scratch, Molly entró en un estado de confusión e investigación anotando y apuntando todo lo que podía, el cuarto enseguida se convirtió en una feria de hojas como hizo aquella vez estudiando la biografía de Abraham Lincoln.

—¡Hey, hey! Debes calmarte.

Ella corría de un lado a otro en busca de respuestas. —No quiero calmarme, quiero respuestas. Además ¿Qué es el amor? Nunca antes habia estado enamorada de alguien ¿Qué se supone que haga?

—Espera ¿No sabes que es el amor? Molly Mcgee no sabe que es el amor ¿Hablas enserio?

—Oye no me juzgues, por supuesto que soy muy amigable y cariñosa, siento amor por mi familia, por mis amigos, por todo el mundo, pero esto es algo totalmente diferente ¡Estamos hablando de amor romántico!

—Pero eso no es nada del otro mundo no es algo muy díficil de entender— añadió Scratch algo dudoso —Necesitamos ayuda ¿No crees?

De repente el timbre de la residencia Mcgee hizo el clásico pitido de aviso, Libby venía de visita.

—Hola señor Mcgee, mi mamá le trajo estos durianes, Molly me contó que le gustan mucho— pronunció de una forma tímida y con un tono bajo, algo característico de Libby.

—Gracias— añadió con una sonrisa forzada —¿Vienes a ver a Molly?

—¡Así es! ¿Está en casa?

—Por supuesto sube a verla.

Molly con la ayuda de Scratch recogió y escondió todo lo que podia de la posible evidencia de que gustaba de Andrea.

—¿Molly?— Libby se hizo presente y vió el lugar totalmente sospechoso —¿Sucede algo?

Molly estaba totalmente quieta, el mover un músculo significaba que toda la prueba saliera por los aires y tampoco podía hablar porque también lo tenía en la boca.

—¡Hey mi querida Libby! ¿Te gustaría ir a cualquier lugar que no sea este?— dijo Scratch un tanto nervioso.

—Hmm...— Libby se acercó a ambos y comenzó a inspeccionar.

—Ambos parecen estar algo nerviosos...— sonrió —¿Acaso me ocultan algo?

—¿Cómo te atreves a decir algo asi Libby? ¡Molly y yo nunca te ocultariamos cosas!

Pasó solo un segundo y todo salió disparado.

—Desde ahora— añadió Scratch nuevamente.

Todo estaba dispersado Libby no entendía muy bien que sucedía.

—¿Qué está ocurriendo aqui?— respondió algo confundida y asombrada —¿Y por qué tienen fotografías de Andrea?

Molly se dirigió hacia ella y le contó todo desde el principio.

—Ya veo...— le dijo Libby a su amiga un poco más calmada.

—¿Entonces no piensas mal de mi?— añadió Molly

—¿Por qué lo haría?

Scratch de inmediato respondió por su mejor amiga —Y no tienes por, es solo que Molly creyó que pensarían mal de ella si se enteraban que no tiene idea de lo que es el amor.

—¡Scratch!— protestó.

—Molly por supuesto que no pienso mal de ti es decir, las personas no podemos saberlo todo— comentó mientras colocaba su mano en el hombro de Molly.

—¿Lo ves?— añadió Scratch mientras colocaba su mano en el otro hombro de su amiga.

—¡Aww, gracias chicos!

—De hecho mi madre fue la que me explicó todo acerca de ese tema.

Scratch quería asegurarse de una cosa —Molly, Sharon no te contó alguna vez acerca de lo que es el amor?

—Ahh...

RECUERDOS DE MOLLY

Ella y su mamá estaban en el súper comprando algunos insumos, Sharon aprovechó que estaban en la fila para poder platicar algunas cosas.

—El amor es algo absolutamente hermoso es un sentimiento inexplicable sientes como mariposas en el estómago, cuando tú papá y yo nos conocimos fue algo especial yo estaba super nerviosa pero fui la que dió el primer paso, le dije...

Sharon estaba muy comprometida con su personaje y con lo que quería contar no se dió cuenta que Molly ya llevaba tiempo sin estar a su lado. Se buscó unos carritos y empezó a jugar como si de un auto se tratase.

La Molly de 11 años realmente amaba jugar.

FIN DE LOS RECUERDOS DE MOLLY

—Ahh... Creo que no— aseguró.

—Bueno... entonces creo que no deberiamos perder tiempo— añadió Libby mientras se ponia al frente y sacaba su pequeña libreta.

—¡Oh eso quiere decir que!— comentó Scratch un poco apresurado.

—¡Así es! Como soy la más experimentada aquí haré que Molly consiga salir con Andrea.

La chica "objetivo" se puso de pie y dijo —¡Me agrada la idea! pero aún no se que es el amor ¿No deberíamos empezar por allí?

Libby pensaba en la mejor forma de hacer que su amiga entendiera perfectamente el significado de dicho sentimiento.

—¡Muy bien Molly! ¿Cómo te sientes hablando con Andrea?— decía Libby con unas gafas puestas.

—Bueno... hace poco charlamos y fue súper.

—Eso está bien ¿Qué más?

—Hablamos de nuestros gustos, de nuestros planes a futuro...

Scratch intervino de inmediato —¡Oh-oh! Molly dile lo que opinas de Andrea.

—Andrea es genial ¿No? Aunque también es muy agradecida, responsable, además de que es muy linda y graciosa ¿No creen?— sonrió mientras un leve sonrojo se hacia presente en su rostro.

—Hmm... De acuerdo— Libby sonreía de muy buena manera —Dime Molly ¿Cómo te sientes cuándo estás junto a ella?

—¡Me siento bien! me siento segura, es como si no pudiera evitar sonreir todo el tiempo.

—Pero Molly tú siempre sonries— respondió Scratch.

—Por supuesto que si pero es diferente me siento como si estuviera en las nubes todo el tiempo, solo pienso en ella y en lo feliz que me siento cuando estoy cerca— decía mientras tomaba una fotografia del suelo.

Libby y Scratch intercambiaron miradas algunos segundos y ambos llegaron a una clara conclusión.

—Molly eso fue profundo— dijeron ambos en unísono.

Molly se sentía más aliviada compartir lo que tenia dentro hizo que se sintiera mucho mejor.

Se puso de pie y con una gran sonrisa comentó —Bueno ya que me gusta mucho— un leve sonrojo creció —¿Podrían ayudarme a gustarle a Andrea?— suplicaba juntando sus manos entre sí.

—¡Por supuesto! Te ayudaré con lo que pueda— afirmaba su mejor amiga mientras se acercaba a darle un abrazo

—¡Y yo te ayudaré también!— añadió Scratch uniéndose al abrazo.

—Un momento ¿Vas a ayudarme Scratch?— señalaba con duda a su fantasmal amigo

—¿Es broma? ¡Los Davenport son ricos solo imagina todo lo que podrías comer si te relacionas con uno de ellos! Y también por que estoy en deuda por los turrones de aquella vez—se alegró de buena manera.

Molly les sonrió a ambos y no dudo en abrazarlos y agradecerles.