Capítulo #18

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La escena fue interrumpida por una pausa previa, aquel silencio era provocado por distintos miedos que padecían en ese instante. Principalmente aquel temor que venían sobrellevando desde un principio, por que sí, el constante temor de ser rechazadas invadía sus mentes obligándolas a quedarse en silencio y a no contar lo que sentían.

Andrea solo necesitaba ver a Molly siendo "Molly" para conseguir fuerzas de donde sea, y al parecer mirarla mientras se quita la suciedad de encima era más que suficiente. Estaba muriéndose de ternura.

—¡Oh dulce maíz! tengo lodo hasta en los zapatos.

—¿Quieres que te ayude?

—Si por favor— dijo dándose por vencida, su débil tono de voz nos demostraba lo mucho que había tratado. Andrea tomó la mano de Molly llevándola a su casillero que estaba a pocos metros de allí, sacando un pequeño pañuelo del interior con el que la ayudó a limpiarse.

—Lo siento de nuevo Molly, si no hubiera sido por mi culpa no te habrías lastimado.

—No te preocupes por eso —sonreía en un tono despreocupado. —Lo importante es que la pasamos súper ¿No crees?

—Si, fue muy divertido estar contigo.

La charla sobre lo que más les gusto no se detenía por nada del mundo, al igual que el baño de Molly. Andrea se aseguraba de dejarla como nueva mientras que aprovechaba el momento para conversar sobre lo que más les gustó de la carrera y de los juegos, parecía que habían desarrollado un sexto sentido por la otra ya que terminaban las oraciones de la otra, no les preocupaba en lo más mínimo reír y actuar como habitualmente eran.

Hubo un momento en el que las mejillas de Andrea se tornaron tan rojas como del color de unas frambuesas, porque cuando limpiaba el rostro de Molly le resultó imposible no caer un poquito por la sorpresa, estaban demasiado cerca.

—¡Andrea! —Molly se dispuso a ayudarla dándole la mano para que pueda ponerse de pie. —¿Te encuentras bien?

Andrea se sentía mejor que nunca ahí abajo, puede que Molly no se de cuenta pero enserio, tenías que ser en verdad muy despistado, muy pero muy despistado como para no ver todo el rubor que claramente corría por todo su rostro. —¡Muy bien! —dijo con una sonrisa forzada, tratando de disimular su completo estado de nervios.

Después de ese tierno encuentro solamente quedaba una parte por asear. Los segundos avanzaban y poco a poco aquella sustancia de color café que había encontrado hogar en las manos de Molly iba desapareciendo, y junto a ello las esperanzas de la posible y tan soñada confesión. Mol tenia planeado decírselo justo antes de llegar al centro del escenario, al parecer declararse enfrente de toda la escuela mientras eran alumbradas por las luces le pareció lo más romántico del universo. Las ideas sobre el momento perfecto también rebotaban en Andrea, tenia tantas en mente que no se decidía por una en concreto.

En su lista se podía leer la idea de pedir su mano como si fueran a contraer matrimonio, se imaginaba a si misma de rodillas junto a ella completamente sorprendida por su acción.

También se le ocurrió que podría ir hasta la puerta de la casa de Molly siendo acompañada de un selecto grupo de coristas mexicanos conocidos como mariachis, o sorprenderla en la escuela con un lindo cartel romántico repleto de muchas frases y dibujos expresando todo lo que siente. Tantos planes y tan poco tiempo para actuar, Andrea sabia que si seguía pensándolo demasiado terminaría por quedarse con un montón de ideas revoloteadas entre si.

Y aunque ya disponía de una imagen clara del plan perfecto que tenia con Scratch, decidió ponerle fin al asunto con una improvisación de último minuto. Buena o mala solo esperaba terminar con ese sentimiento que no la dejaba dormir.

Estoy Enamorada De Ella (Molly x Andrea)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora