El baile tan esperado iba a por fin comenzar, estaban preparando las luces, el ambiente, la música, los bocadillos y un sin fin más de detalles. Los protagonistas de la noche aparecían por la puerta cada cierto tiempo aquel tráfico se daba debido a que todos llegaban empapados y mojados, se les haría imposible bailar de esa manera por eso mismo es que al personal de la escuela se le ocurrió la brillante idea de esperarlos en la entrada con toallas y muchos secadores de cabello. Las personas contratadas por el director realmente salvaron el día, cargaron muebles, organizaron las competiciones, compraron todo lo necesario y ahora estaban asegurándose de que todos puedan disfrutar cómodamente de lo último de la noche.
Entre el montón de parejas y estudiantes que se encontraban en la pista se alcanzaba a observar una tímida chica llamada Libby.
—Espero que lleguen pronto— suspiraba con una tortuga entre las manos.
Los pasillos pronto se quedaron vacíos, todos fueron deprisa sin perder tiempo, todos excepto una chica de cabello azul claro, ella estaba en su casillero preparando un montón de cosas, planificando y anotando en el piso que ahora se había convertido en su mesa de trabajo. Los que pasaban por allí la vieron hablando consigo misma tal y como sucedía con Molly, creyeron que ambas se estaban volviendo locas.
—¿Y sí tiene frío?— preguntaba Andrea con una pequeña libreta en la mano. —¿Qué debo hacer?
—Debes darle tu abrigo.
—Pero no traigo ninguno en este momento.
—Improvisa algo ¡Tú puedes!— le decía con una sonrisa, Scratch la estaba ayudando con unos consejos, claro que estaba preparada pero aún así se le dificultaba mucho lo que debería hacer o decir en situaciones así.
—Ten Molly— dijo con muchos nervios a la vez que estiraba su mano, parece que intentaba entregar un pequeño objeto.
—¿Qué fue eso?
—No lo sé ¿le di mi billetera?
—¿Por qué harías algo así?
—¡No tengo idea!— exclamaba Andrea muy avergonzada cubriéndose el rostro —Te dije que era terrible para estas cosas.
—Oye no te rindas tan fácilmente— decía Scratch intentando animarla —¡Podemos hacerlo!
Las palabras que salieron de Scratch fueron suficientes para calmar la ansiedad que sentía, no solamente por su declaración sino también por todas las emociones que la atrapaban y la dejaban sin oxígeno. Cuando le pidió ayuda a su mejor amigo pensó que todo se aclararía, que las cosas alrededor dejarían de ser tan complicadas, y que por fin estaría lista para enfrentar aquel propuesta tan difícil de conseguir.
Y gracias a Scratch es que Andrea pudo entender las tantas emociones que no comprendía del todo, le aconsejó diciendo que esta bien sentir nervios, que esta bien no saber que hacer o decir al estar tan cerca de Molly. Aún no se lo había dicho pero en sus planes a futuro estaba el pedirle a Scratch que sea su mejor amigo.
—Gracias— sonreía Andrea, con su ayuda se sentía segura de que lo lograría. El primer abrazo en esta nueva amistad estaba por concretarse, la forma en la que tenían sus brazos nos lo indicaba claramente hasta que una voz al final del pasillo los interrumpió. —¿Chicos?
—¿Molly?— dijeron Andrea y Scratch al mismo tiempo, la expresión en sus rostros retrataba mucho asombro y sorpresa cuando apareció. Molly aún tenía restos de lodo por todas partes, un claro indicativo de que había estado ocupada durante largo rato tal y como ellos lo habían planeado. Libby tenía la misión de distraerla llevándola a una divertida búsqueda por toda la escuela, así mientras ella ganaba tiempo Andrea y Scratch podían preparar todo con antelación cosa que no pudo darse cuando vieron que Molly estaba allí.
—Hola ¿Saben cuál es la sorpresa?
—¿Sorpresa?— agregó Scratch.
—¡Si!— decía emocionada. —Libby me dijo que algo genial esperaba por mi aquí. Realmente espero que sea bueno.
Andrea y Scratch intercambiaban miradas nerviosas ¿Cómo decirle a Molly que la sorpresa aún no estaba lista? Las manos de Andrea comenzaron a sudar bastante de los nervios que sentía, si su cuerpo continuaba así la carta que sostenía en sus manos no tardaría mucho en empaparse por completo. —Escucha Mol si hay una sorpresa es solo que...
El discurso de Scratch parecía convencer a Molly, discurso que a simple vista podías sentir que se trataba de una mentira salvadora. Mientras las palabras salían y salían Andrea no podía evitar sentirse mal de nuevo, mentirle a Molly para ganar más tiempo no parecía tener sentido para ella, se sentía exhausta de poner trabas en lo que más quería, y aún con esa sensación de no estar lista, y con los nervios al cien decidió ponerle un alto a todas esas excusas.
—Luego Geoff tomó un pedazo y...
—Lo siento Molly danos un segundo— sonreía.
Ella respondió con un poco de confusión. —¡Esta bien!— le sorprendió que ambos tuvieran una comunicación tan saludable es como si hubieran sido amigos desde hace semanas, y a pesar de que le generaba sorpresa realmente se sentía feliz por verlos juntos compartiendo.
—Escucha Scratch creo que ya me siento lista para esto— le dijo con una sonrisa, a la vez que formaba puños con sus manos.
—¿Estás segura?
—Confía en mí.
Las dudas en el rostro de Scratch se desvanecieron al oír aquellas palabras siendo reemplazadas por una sonrisa. —Esta bien ¡Confío en ti!
Ambos asintieron con la cabeza en señal de confianza, ella se sentía muy emocionada al igual que Scratch que no podía creer que estaba apunto de presenciar un momento irrepetible en su post-vida, quería gritarlo ya a los cuatro vientos, ir volando por toda la ciudad y anunciarlo como si se hubiera ganado la lotería. Ver a sus niñas juntas lo hacía sentirse en una gran montaña rusa de emociones.
Mientras se iba flotando del lugar fue alcanzado por una Molly que le preguntaba a donde se dirigía, su respuesta no fue del todo clara ya que él solo tendió a abrazarla y a retirarse con una sonrisa sincera. La escena siguiente nos dejaba a Andrea y a Molly a unos cuantos metros de distancia evitando tiernamente el contacto visual.
—¿Molly?
—¿Si?— respondía un poco nerviosa, ella no era la única con una propuesta, después de todo Molly tampoco estaba segura de cómo expresar lo que sentía.
—Tú aún te ves muy linda con todo ese lodo sobre ti.
Sus mejillas rojas lo decían todo, ese cumplido no solo puso a palpitar a Molly sino también a la emisora del mensaje.
—Y tú aún te ves muy bonita con tu vestido mojado.
No solamente su vestido estaba repleto de agua también lo estaba su cabello y sus zapatos, sonreía por el comentario que le pareció tan pero tan dulce y esponjoso como un malvavisco. El debate de Andrea ahora estaba dividido en dos partes, en la propuesta y en si "malvavisco" es el apodo perfecto para su futura novia.
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Estoy Enamorada De Ella (Molly x Andrea)
FanfictionMolly Mcgee es estudiante de una secundaria en un pequeño pueblo llamado Brighton, en el que allí convive con su familia y un gruñon fantasma carismático llamado Scratch. En aquella escuela Molly tiene a una mejor amiga llamada Libby y a unos cuanto...