CHAPTER 50

241 19 4
                                    


Por la luz del sol molestando sus ojos se despertó. Miro a su alrededor y sintió un peso muerto entre sus piernas. Guio su vista y se chocó contra el cuerpo dormido de su mejor amigo. Estaba dormido en una silla, afirmado en sus pies. Jimin se quedó con el toda la noche. 

- Pollito - Acaricio con cuidado aquellos suaves y lisos risos rubios. Si hay alguien que conquistaría a cualquier persona con la vista sería Jimin, solo bastaba verlo para enamorarse de él. Parecía un tierno bebé sexy. Jimin provocaba la necesidad de cuidarlo porque estaba tan chiquito, pero también era un pervertido calienta bragas. Su dualidad era impresionante. - Pollito despierta. - Sintió como lentamente su amigo se removía y abría esos hermosos ojos saltones.

- ¡Teté! ¿Cómo estas? Que pregunta tan absurda, lo siento. - Acaricio su las mejillas regordetas de su amigo y sonrió para él.

- Cálmate pollito estoy bien. Bueno no, estoy mal, pero está bien si estas aquí conmigo. - Palmeo el lugar a su lado - Ven acuéstate conmigo. ¿Por qué te quedaste dormido así? Es perjudicial. 

- No te iba a dejar solo. - Saltó a la cama y se acurrucó a su lado, aún era muy temprano, el sol apenas comenzaba a aparecer. - Tengo sueño.

- Duérmanos - Como en los viejos tiempos se durmieron abrazados.

Eran cerca de las diez de la mañana cuando la nana interrumpió su cálido sueño. Hacia mucho tiempo que sus niños no dormían juntos por lo que se permitió capturar ese momento. 

- ¡Niños despierten! ¡Arriba pequeños, despierten el desayuno está listo!

- Nana no somos niños, estamos bastantes grandecitos ya. ¡Ay olvidé lo jodida que eras!

- Arriba a desayunar, el desayuno es importante, no pueden saltarlo. 

Lograr que el menor desayunara fue una tarea casi imposible. Aunque tratara de fingir se sentía mal, abatido, cansado. Derrotado, como si hubiera perdido el motor de su vida, algo divino que fue profanado sin piedad. Entre mas lo pensaba mas sentía que su amor se alejaba.

Después del almuerzo Jimin hizo de todo para distraerlo, pero sin importar cuanto intentará, Taehyung estaba sufriendo las consecuencias de un amor que el solo se permitió vivir. Ni siquiera Yeontan pudo animarlo. El mismo cachorro se había acostado al lado de su padre a chillar angustiado. 

- Teté...... Por favor pequeño no quisiste comer, no puedes seguir así. No importa cuanto mires allá afuera, la respuesta solo está en ti. 

- Dime pollito ¿Alguna vez valdré mas que una apuesta?

- No digas eso Taehyung, tu vales mas que el oro, muchísimo más. No pienses estupideces, lo sabes sin importar cuanto valor quieran ponerte a tu vida, no vales el capital de los hombres. Ninguno de nosotros, tu vida no vale una apuesta, deja de decir eso. Jungkook el...

- El me uso por dinero Jimin. Aposto por mi, como si fuera un objeto. 

- Ya basta Taehyung, sabes muy bien que no fue así y aunque lo fuera ese idiota te ama mas que nadie, si hay alguien que te ve con ojos de borrego enamorado es el. Te apuesto a que el, mas que nadie, sabe lo que tu vales. Te ama. 

- Jackson también lo hizo y por hacerlo se creyó con el derecho de dañarme. Jungkook sin tenerlo, sin amarme, jugó conmigo y ganó porque lo amo y me siento patético por hacerlo.

- Jackson no es Jungkook, mi hermano fue una mierda.

- Es tu hermano.

- De sangre si, pero dejo de serlo desde el momento en el que se atrevió a ponerte una mano encima. 

THE FACE OF LIES/ KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora