21 El regalo

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Estamos a tan solo un mes de la gran reapertura del hotel, y a horas de la apertura del piso 12, a Santi ya le han  devuelto su empleo, cosa que no le parece ni a Adrix ni a Thomas, pero me da igual lo que ese par quieran, eso también incluye a William, que desde la escena del pasillo se la ha pasado invadiendome con preguntas respecto a la actitud que había tomado su mejor amigo. Aún no puedo decirle que hay algo entre Adrix y yo porque realmente aún no hay nada oficial y eso me molesta demasiado porque hemos tenido mucho sexo y besos en todo momento que la idea de aún no ser novios ante todos es algo que me pone de malas.

- ¿Algo más que necesite señor Carson?- le pregunto a William mientras acomodo los informes que me pidió sobre la mesita que tiene enfrente

- Es todo - responde sin mirarme y doy media vuelta para caminar hacia la entrada del balcón... - ¿Señorita Lane? - me devuelvo hacia el

- ¿Si?

- ¿Que hará esta noche? - pregunta tomándome desprevenida

- ¿Porque? - digo con cautela sin moverme de mi lugar

- Quería invitarte a cenar - responde y alzo ambas cejas sorprendida por su confesión. En otras circunstancias y en semanas atrás habría saltado de emoción ante su petición pero ahora... ahora no siento nada, no me emociona, ni nada. Creo que perdí el encanto Carson, el cual fue sustituido por el encanto Bianchi.

- He quedado con Gia - miento para salir de este incómodo momento - ¿La cena era urgente? ¿Íbamos a vernos con algúna persona? - le pregunto esperando a que diga que si pero sacude la cabeza en señal de negación.

- Solo quería cenar contigo - dice y formo una O con mis labios

- Lo lamento señor Carson -me excuso - Gia...

- Lo entiendo - me interrumpe - Otro día será - asegura - a menos que tengas a alguien que te lo impida - agrega y siento que me va a dar algo.

- Lo tiene - habla una voz gruesa que a mis espaldas provocando que un escalofrío me recorra la espina dorsal ante su mera presencia. Adrix pasa junto a mi y encara a su amigo quien ya esta de pie.

- ¿Quien? - insiste William en la espera de que le responda con la afirmación que ya sospecha.

- ¿Estas ciego? - espeta - Lo tienes enfrente. - dice y la expresión de sorpresa no se hace esperar en el rostro de William quien desvía la mirada hacia mi - No la mires - brama interponiendose - Cualquier pregunta que tengas, yo te la Responderé - le asegura. - Allie ve a tu habitación, te veo allá - demanda sin mirarme

- No - digo con firmeza. El no puede darme órdenes así como así, no soy una niña pequeña a la que le dice que se vaya a su habitación como si estuviera castigada. Se que no le gusta que lo contradigan pero a mi no me gusta que se imponga como si fuera mi dueño. - Somos adultos, arreglemos esto como tales. - sostengo y voltea para aniquilarme con la mirada.

- Deja que lo resuelva yo.

- Dije que no - insisto molesta y me pongo a su lado para poder ver de frente a William - Mi vida personal es muy aparte a mi vida laboral. - le digo a mi jefe - y ninguna interfiere con la otra..

- No tienes porque darle explicaciones a nadie - espeta el italiano a mi lado

- No esperaba nada de lo que pasó - continúo ignorando el mal humor de Adrix - Solo... ni si quiera yo se que es esto - admito y siento como la furia de Bianchi aumenta - Querías saber si hay algo, si lo hay o lo hubo... en realidad no tengo un termino claro para lo que sucedió

- ¿Un termino claro? - brama y me toma del brazo obligandome a que lo mire a los ojos - ¿Hubo? - continúa con enojo

- No es el momento - lo corto y me separo para volver a mirar a William quien nos repara con detenimiento - Se que es poco profesional involucrarme con su socio, pero le aseguro...

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