Allison.
Siento que mi mente ya no razona bien después de tantas sesiones de electricidad, mi cuerpo pesa y aunque quiera no puedo lograr ponerme de pie. Me doy pena de solo imaginar lo miserable que me veo con el vestido desgarrado, sucio y toda cubierta de la mierda y lodo que hay en las malditas celdas.
- ¿Allie? - solloza Lexa a mi lado, como pude me pegué a la división que nos separa - ¿Allie cariño? - insiste pero me siento tan cansada que no logro abrir los ojos - Por favor dime que estas bien...
- Sigo viva... - balbuceo y me giro para quedar boca arriba. <<Sigo viva y es ventaja>> me digo. <<Sigo viva y así me mantendré hasta acabar con Jack Rinaldi y Giana>>
- Deja de hacerte la fuerte - llora - Es una tortura ver todo lo que ese psicópata te hace...
- Eres mi hermana - le digo - Yo decidí estar rodeada de esto, y tu hiciste lo mismo pero por mi.... lo menos que puedo hacer es evitarte tanto sufrimiento
- Deja de hacerlo, no lo soporto - sujeta mi mano a través de los barrotes de metal oxidado y se deja llevar por el llanto que la atormenta por dentro
- Escúchame bien - toco su mejilla con suavidad - ya me derrumbaron a mi una vez, no voy a permitir que lo hagan contigo, ya lo hicieron con Alana a los diez y ahora de nuevo, pero no voy a dejarlos que lo hagan una tercera vez.
- Allison no puedes protegernos a todos - dice
- Puedo intentarlo.
- Allie....
- ¿Lista para una segunda ronda?- aparece mi peor pesadilla - ¿Aún soportas? Porque puedo usar a una de...
- No - digo con firmeza y me pongo de pie como si no me estuviera muriendo de dolor - Solo yo, ellas no. - sonríe
- Admiro tu resistencia - dice con burla - lastima que después de hoy no vaya a quedar nada - se encoje de hombros - Tienes espíritu, pero me voy a encargar de quebrarlo
- Inténtalo - espeto - No te daré el placer de lograrlo - se ríe
- Sino lo logro torturandote, lo haré matando a una de ellas dos enfrente de ti - dice provocando que la sangre me hierva haciéndome ir contra los barrotes en un intento de alcanzar al maldito para arañarlo.
- ¡Te mataré maldito! - bramo y suelta a reírse como psicópata
- No entendía que veía Bianchi en ti - dice - Pero ahora lo sé... sacas las garras cuando te sientes amenazada
- Acércate y te las muestro mejor - gruño furiosa volviendo a intentar alcanzarlo pero lo único que logro es que saque un () y me de una descarga eléctrica que me derriba
- ¡Ya basta! - escucho a Lexa - ¡Ya déjala en paz!
- ¿Quieres tomar su lugar? - le pregunta y el terror me invade
- Si
- No - respondemos al unísono y me obligo a ponerme de pie nuevamente - Ellas no.
- Después de ti - dice con satisfacción al mismo tiempo que abre la puerta de mi celda, respiro profundo y alzo el mentón antes de salir. - Esta vez tengo nuevas ideas - dice cuando paso por su lado pero no lo ignoro ya que Alana llama mi atención poniéndome alerta al instante. Corro hacia ella e intento alcanzarla pero es inútil debido a los malditos barrotes que me impiden tocarla
- ¿Alana? - la llamo pero no responde, sigue echa un ovillo en un rincón, ya no tiembla, ni se mueve en lo absoluto provocando que mi corazón se acelere de la preocupación- ¿Alana cariño, me oyes? - insisto pero sigo sin obtener respuesta alguna de su parte. Me devuelvo hacia Jack llena de angustia y sin pensarlo me pongo de rodillas frente a él - Ayudala por favor- le suplico - No esta bien, no responde... por favor haz algo - le pido pero me hace caso omiso y me arrastra hacia una camilla gris que no había visto jamás, probablemente la trajo cuando estuve inconsciente o que se yo. Luce como las que hay en consultorios médicos o en quitofanos. - ¡Ayudala carajo! - insito pero sigue tirando de mi hasta la camilla en la que me obliga a subir para sujetar mis manos y piernas con esposas - ¡¿Alana?! - la llamo on desesperación intentando safarme de las malditas esposas - ¡Que la ayudes! - le grito a Jack quien sigue sin hacerme caso provocando que la impotencia se apodere de mi.
Tiro de las esposas con fuerza sin importarme si me hago daño en las muñecas o no, lo único que quiero es averiguar si Alana esta bien.
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La Traducción del Amor
RomantikUn viaje de trabajo no puede cambiar tu vida para siempre ¿o si? El mundo de Allison Lane da un giro de 180 grados desde el momento en que accede al viaje a Italia con su jefe. Ella había estado enamorada de William Carson por tanto tiempo que cuan...