1°¿Me Voy?

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Semanas después

Allison

Unos golpes en la puerta me despiertan de sorpresa y me hacen pegar un salto que me hace caer al suelo. Gruño del dolor y me remuevo como gusano para poder quitarme las sabanas que tengo enredadas en el cuerpo.

- ¡¡Allison, sino te das prisa vas a llegar tarde!! - grita Lexa desde el pasillo. -¡¡otra vez!! - vuelve a golpear.

- Mierda - Mascullo levantándome del suelo para tomar mi teléfono y comprobar que tiene razón y es muy tarde. - ¡¡¡Mierda!!! - tomo mi cepillo de dientes de encima de la cajonera y mi toalla de una de las sillas de la habitación. Abro la puerta pasando junto a mi amiga y salgo disparada hacia el baño. Me doy la ducha más rápida del mundo y regreso a mi habitación corriendo para tomar lo primero que encuentro en el closet.

Amarro mi cabello en una cola de caballo, tomo el bolso negro que Lexa me había regalado hace unas cuantas navidades y salgo hacia la pequeña cocina donde mi mejor amiga y compañera de piso me espera con una gran taza de café. -Te amo - le digo mientras doy un sorbo al esquisito líquido caliente.

- ¿No es un poco informal? - dice mientras me analiza de arriba a abajo con el ceño fruncido y doy una vueltas para mostrar el vestido azul con flores que me he puesto junto con unos convers blancos.
Probablemente no estoy vestida adecuadamente para ir a mi trabajo pero aún tengo que recorrer 15 minutos de trayectoria hacia la oficina y ya llevo media hora de retraso.

- Debo irme - le doy el último sorbo al café y corro hacia la puerta principal. Tomo mi chaqueta de mezclilla del perchero y abro la puerta - te veo más tarde Lex - le digo antes de salir corriendo como si mi vida dependiera de ello.

Bajo las escaleras de los departamentos como rayo, vivimos en el segundo piso así que no son muchos. Además ya estoy acostumbrada a tener que bajar corriendo esas mismas escaleras cada que se me hace tarde para el trabajo. Cosa que sucede con regularidad desde que comencé a tomar cursos en administración de empresas y negocios internacionales.

- ¡Buenos días señor Hunt! -grito al anciano calvo que esta sacando el correo de su casillero, pero ni siquiera me espero a que responda mi saludo ya que para cuando el se da media vuelta yo ya estoy en la acera fuera del edificio. Corro calle tras calle hasta que mis ojos visualizan el gran edificio de Carson Corp. Después de terminar la universidad comencé a hacer la pasantia en CC, y con el tiempo el Ceo de la empresa me contrató como su asistente personal. Había sido de mucha ayuda para traducir algunas conversaciones importantes con sus clientes y socios extranjeros.

Me había matriculado en la universidad de Nueva York con la carrera de idiomas y fui de las alumnas con mejores calificaciones, incluso me había graduado con honores. Todo en mi carta de recomendación fue perfecto, me aseguré de eso antes de terminar la universidad.

Entro al edificio y siento un gran alivio de al fin estar ahí, pero mi alivio se esfuma en un segundo cuando caigo en la cuenta de que aún tengo que subir diez pisos para poder llegar a la oficina del señor Carson. Resoplo y corro hacia el primer elevador que veo y que por suerte se abre de inmediato.

Cuando al fin llego al décimo piso la sensación de alivio me vuelve a invadir y vuelvo a respirar con normalidad... Hasta que lo veo....

Mi corazón se detiene y por un segundo chispas y estrellas comienzan a rodear a William Carson... Mi jefe. Del que he estado enamorada desde que comencé mis pasantias aquí, pero claramente yo no soy su tipo ya que nunca me ha hablado de otra cosa que no sea trabajo y traducciones.
Aún así todos los días me la paso imaginando como sería si el también estuviera enamorado de mi. Me imagino muchos escenarios, citas, besos, abrazos..

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