Por la mañana despierto desnuda entre las sábanas y el cuerpo de Adrix que parece sanguijuela pegado a mi como si su vida dependiera de ello. Mantiene su cabeza contra mi pecho y puedo darme cuenta de que sigue profundamente dormido por la respiración tan pasifica que mantiene. Llevo mi mano derecha a su cabello sin poder contener el impulso de mimarlo mientras duerme, <<Así ni parece que sea un grano en el culo la mayoria e las veces>>. Me mantengo así unos momentos hasta que siento como se prende de uno de mis pezones avivando la abrasador sensación de placer que me hizo sentir anoche en repetidas ocasiones al hacerme suya en esta misma cama.
— ¿Tu madre no te alimento de bebé? — bromeo, provocando que se levante y me encarcele con su cuerpo, me obliga a colocar mis manos sobre mi cabeza y las sujeta con fuerza antes de embestirme con desesperación provocandome un grito de placer ante la sensación de tenerlo dentro de mi de una sola estocada que me hace arder la piel.
— Buenos días — gruñe con la respiración agitada sin dejar de arremeter estocadas violentas contra mi intimidad completamente empapada y exitada. Gimoteo, maldigo y grito su nombre en innumerables veces antes de tener el primer orgasmo del día que me deja mareada y con las extremidades temblando.
— Buenos días — esbozo una sonrisa totalmente satisfecha y me besa sin salir de mi interior. contemplo unos segundos sus ojos perfectos y acaricio nuevamente su cabello — ¿Tienes hambre?
— De ti... — responde mientras comienza a mover su pelvis en círculos para que su miembro provoque estragos en mi interior, haciendome soltar jadeos de placer. — siempre... — Estoy exhausta y muero de hambre, pero no puedo negarme a sentir de nuevo las embestidas que me hacen estallar en placer — ¿A quien le perteneces? — pregunta en un gruñido dando una arremetida profunda contra mi, sacándome un gemido. No respondo asi que vuelve a dar otro que hace que mis pechos reboten por el impacto y el sonido de nuestra piel desnuda resuene en la habitación — ¿A quien le perteneces? — repite. Sabe que me vuelve loca cada vez que me folla y poco a poco me voy dando cuenta de que le gusta ser dominante, pero a mi no me gusta que me dominen....
— A mi misma — le respondo sabiendo que no es la respuesta que quiere, pero si la que necesita para seguir con lo que hace... él cree que me tiene en la palma de su mano y de algun modo es cierto, pero yo tamb8ién tengo poder sobre él. Me aniquila con la mirada y de un movimiento me pone en cuatro y vuelve a arremeter otra estocada contra mi interior haciéndome volver a gritar extasiada por la increíble sensación que me provoca tener su miembro palpitando dentro de mi. — ¡Ay dios!
— ¿A quien le perteneces? — insiste sin dejar de embestirme con fuerza llenando la habitación con el sonido de nuestros cuerpos chocando y yo... no puedo más... voy a correrme y... El maldito se detiene impidiendo que tenga mi segundo orgasmo, lo cual me frustra — ¿A quien...
— A ti — lo corto con desesperación, <<Maldito posesivo>> Después me las arreglaré con el, porque justo ahora lo que me importa mas es la maravillosa sensación de tenerlo arremetiendo con fuerza en mi interior hasta que por fin me deja ser invadida por el orgasmo que tanto anhelaba. Obtuve lo que quería, pero él también.
— Ahora si tengo hambre — dice antes de salir de mi interior, me dejo caer sobre la cama completamente exhausta y me doy media vuelta sola para darme cuenta de que tiene una sonrisa arrogante en su rostro. Ruedo los ojos y me levanto de la cama para seguirlo al cuarto de baño.
— ¿Quieres borrar ya esa sonrisa? — lo regaño mientras me enjabono el cuerpo, pero en lugar de hacer caso, se echa a reír el muy cínico — Ya basta — le doy un golpe en pecho.
— ¿Que te molesta tanto? — dice entre risas y rodea mi Cintura con su brazo para pegar mi espalda contra su pecho desnudo y humedo.
— Que me hayas hecho olvidar mi feminismo — hago una mueca — y que lo disfrutes — le vuelvo a dar un golpe, pero esta vez al brazo que me rodea.
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La Traducción del Amor
RomanceUn viaje de trabajo no puede cambiar tu vida para siempre ¿o si? El mundo de Allison Lane da un giro de 180 grados desde el momento en que accede al viaje a Italia con su jefe. Ella había estado enamorada de William Carson por tanto tiempo que cuan...