Fs & Wtft [SoRiku]

Extra 4. Punto final.

      --- Xehanort y Eraqus, ??? ---
                 Último Extra

-¿Cómo es esto un juego si solo tienes una pieza?- Xehanort frunció el ceño mirando la tabla irregular. -No tiene sentido.

Eraqus sonrió con esa mirada estúpida en su rostro. El que Xehanort estaba aprendiendo a no confiar, ya que tendía a ocultar la naturaleza astuta de su amigo. 

-Verás...

-No es un gran juego si no me dices las reglas.- resopló Xehanort, pero amablemente hizo un movimiento. Cuando Eraqus no dijo que era un movimiento en falso, dejó escapar un suspiro.

Eraqus comenzó a hacer su propio movimiento cuando fueron interrumpidos por un golpe en la puerta. 

-¿Eh?

Su maestro entró y ambos se apresuraron a ponerse de pie, derribando el tablero de juego en su prisa. 

-¡Maestro!- Se inclinaron profundamente.

Su maestro asintió en reconocimiento y les indicó que se relajaran. 

-Lamento interrumpir su día libre, pero ambos tienen un invitado que pidió verlos. Un visitante que viajó un camino bastante largo para llegar aquí.- Abrió aún más la puerta, admitiendo a un hombre incluso mayor que su maestro, vestido con una túnica de color burdeos oscuro, su cabello una mezcla de marrón y gris. Alrededor de su cuello, llevaba una cadena con un símbolo de corona similar a la pieza de juego favorita de Eraqus.

Xehanort frunció el ceño. Podía reconocer a un isleño cuando veía uno. Sin embargo, el pelo puntiagudo lo desconcertó. Solo había un isleño que tenía el pelo así, pero no era tan mayor, solo unos años mayor que el propio Xehanort.

El hombre mayor entró en la habitación, solo un poco vacilante por su hazaña. Eraqus se apresuró a ayudarlo. 

-¿Le gustaria sentarse?

-Oh, si no te importa. Todavía no me he acostumbrado a ser mayor.- El hombre se rió, su voz aún clara y sus ojos aún de un brillante cielo azul a pesar de su edad.

Eraqus también soltó una carcajada, colocando al hombre en uno de los sillones cercanos. 

-¿El Maestro dijo que querías vernos? ¿Por qué?

-He escuchado historias.- El hombre sonrió, lo que pareció entusiasmar a Eraqus, el chico aún confiaba demasiado a pesar de los esfuerzos de Xehanort por enseñarle mejor. -Mi nombre es So... eh Sky.

Xehanort frunció el ceño nuevamente ante el hipo en el nombre del hombre, pero luego Sky comenzó a toser, fuerte, y Eraqus rápidamente se apresuró hacia la puerta. 

-Te traeré un poco de agua.- Asintió con la cabeza al Maestro, quien siguió al chico más joven hacia la puerta.

Xehanort se quedó solo con el misterioso extraño, que seguía tosiendo, aunque parecía cada vez menos convincente.

El chico de cabello plateado frunció el ceño por tercera vez, acomodándose en la otra silla. 

-Puedes dejar el acto.

La cara del hombre enrojeció, pero dejó de toser casi de inmediato. 

-¿Es tan obvio?

-No, solo tenía la duda pero lo acabas de confirmar.- Miró al hombre mayor que parecía completamente ajeno a ello. -¿Quién es usted? Puedo identificar a un isleño cuando lo veo.

-Hmm ... ¿Somos tan obvios?

Xehanort puso los ojos en blanco, cruzó los brazos y se reclinó en la silla.