Habían pasado dos años desde que nos mudamos juntos. TaeHyun y yo seguíamos juntos y la casa estaba completamente terminada. Sus padres no nos habían molestado más por sorprendente que pareciera y ambos habíamos logrado conseguir trabajo.
Yo seguía estudiando por las mañanas y había conseguido un trabajo a la salida de la universidad como camarera, TaeHyun había logrado conseguir un trabajo como mecánico por las tardes y como barman la noche del viernes.
Teníamos una rutina muy clara pero a pesar de todo lo que nos esforzabamos y nos ocupábamos siempre tratábamos de tener tiempo para JungWon, para que creciera rodeado de cariño y juego y eso era algo que no faltaba en la casa. JungWon había crecido y se había convertido en un niño inteligente y sensible, muy cariñoso y juguetón, era un niño único.
En cuanto a sus padres, retomando el tema, decidimos que lo mejor por si acaso sería denunciar a sus padres por acoso desde hace varios años. Aún seguían llegando cartas a nuestra antigua dirección y el nuevo dueño nos pedía con precaución que hicieramos algo, tuvimos que explicarle la situación debido a aquellas extrañas cartas y él se ofreció a recogerlas y guardarlas todas como prueba.
Finalmente nos encontrabamos frente a aquel estrado partidos en dos bandos en la presencia de nuestros abogados. Sus padres trataban de justificar su comportamiento de las maneras más ilógicas mientras que nosotros sacábamos cartas y cartas en contradicción a lo que ellos relataban. Sus rostros estaban serios hasta que finalmente la madre de TaeHyun rompió a llorar.
—Con todo lo que he hecho por ti como madre.
—Hacerme llevar tu apellido. —Respondió frío a lo que yo respondí agarrando su mano.El juez se puso en pie listo para dar un veredicto y todos escuchamos atentos.
—Le concedo de manera total la denuncia al señorito Kang TaeHyun y con esto se debe cumplir una orden de alejamiento de por vida por amenaza e intento de atentado contra la vida de un menor.—Cumplió cerrando la sesión.
TaeHyun y yo nos brazamos con fuerza celebrando y saltábamos de felicidad. Todo iba a ir mejor que nunca desde ese entonces y ninguno de nosotros tenia dudas.
Bajé las escaleras con un vestido azul marino que hacía juego con el traje de chaqueta que llevaba TaeHyun. Él me esperaba abajo mirando el reloj nervioso y moviéndose de un lado a otro.
—¡Vamos, _____! vamos a llegar tarde, vamos a llegar tarde.
—¡Ya, que no vamos tarde, vamos bien!—Exclamé entre risas y tomé mi cámara de fotos para guardarla en mi bolso.— Ya estoy, venga vamos.TaeHyun tomó mi mano tirando con suavidad de esta mientras casi pataleaba como un niño pequeño. Abrió el coche y acto seguido nos montamos en este siempre mirando la hora. Llegamos al colegio en apenas unos quince minutos, los padres ya estaban allí rondando y sorpresivamente había más de un hermano mayor de nuestra edad. Nos sentíamos algo cohibidos por ser los padres más jóvenes pero eso no arrebataba nada del orgullo que sentíamos por él.
Llegamos donde se suponía que aquello tendría lugar, que rápidamente comenzó a llenarse con más gente. Tomamos asiento cerca de aquel pequeñito escenario que en menos de una hora se llenó con pequeños que estaban sentados en sillitas por orden alfabético.
Aplaudíamos con cada niño que salía a tomar su pequeño diploma de haber sido graduado satisfactoriamente en infantil y pronto llegó su nombre.
—JungWon.
El niño se levantó con una gran sonrisa decorada por un par de hoyuelos. Yo tomaba algunas fotos mientras que TaeHyun aplaudía efusivo sintiendo su corazón ir a mil. Finalmente me uní con él a los aplausos mientras que él, al igual que todos los niños, nos saludaba, saludaba a sus padres.
TaeHyun y yo nos miramos riendo por ver cómo el niño nos saludaba y volvía a sentarse. Apoyé mi cabeza en su hombro sin poder apartar la vista de aquel pequeño. Muchas veces dicen que no es lo mismo tener un hijo que "tener" un hijo, pero podía desmentir aquello con facilidad y con mucho orgullo: Yo no había dado a luz a JungWon, pero definitivamente yo era la madre más orgullosa de aquellas cuatro paredes y tal y como una madre haría, daría mi vida por ese pequeño.
No era cuestión de sangre, no era cuestión de apellidos, sólo era cuestión de amor puro y sincero, eso fue suficiente para nosotros tres.
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Mechanic Love.- Kang TaeHyun y tú.
FanfictionDice el refrán: "Dime con quién andas y te diré quién eres." no era el caso de _____. Sus amigas en la Universidad en la mala vida la llevaban con ella como una especie de "canguro" pero todo cambió cuando le conoció a él: El enigmático Kang TaeHyun...